Las cosas parecen estar cambiando en lo que respecta a la educación infantil, ya que algunos gobiernos se han planteado adelantar los tiempos para que los niños comiencen la educación básica mucho antes en sus vidas, de hecho eso es lo que comenzará a ocurrir en Brasil, donde se ha aprobado recientemente una nueva ley que reduce de seis a cuatro años la edad obligatoria para el inicio escolar.
Las nuevas normas educativas comenzarán a tenerse en cuenta dentro de un tiempo indicado para la adaptación de escuelas públicas y privadas, con lo que el gobierno de Brasil considera que para antes del año 2016, los niños podrán comenzar el primer grado de primaria a los cuatro años de edad.
Con este criterio, tanto niños y niñas nacidos o habitantes de estos territorios deberán ser matriculados en el régimen preescolar desde los cuatro años de edad de manera obligatoria y no desde los seis, como se venía manejando desde hace ya muchos años y hasta la actualidad, siendo una nueva normativa considerada como un deber de todo padre.
El texto que ha dado las indicaciones sobre las nuevas normativas escolares fue publicado recientemente en el Diario Oficial de la Unión, e indica que los niños entre 4 y 5 años de edad que se vuelvan alumnos de educación primaria deberán tener una carga lectiva de 800 horas anuales de clases, de cuyo total se dedicarán un 75% a actividades lúdicas de todo tipo, mientras que el resto será indicado para que los niños desarrollen trabajos educacionales para su formación.
Por otra parte, se ha establecido un control mucho más estricto sobre la asistencia a clases, por lo que se obliga a todas las escuelas del país a que sus alumnos asistan por lo menos al 60% de las horas lectivas previstas en los programas educativos.
Lo cierto es que esto ya ha despertado polémica entre quienes opinan que se trata de una responsabilidad muy grande para niños de tan poca edad, por lo que se acorta cada vez más la infancia y el tiempo de ocio que necesitan los niños para conocerse y explorar el mundo de forma natural durante sus primeros años de vida, un mal que viene haciendo que los niños abandonen cada vez más temprano el juego y se decanten a ser personas más serias y vulnerables emotivamente.
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Escuela obligatoria a partir de los 4 años en Brasil
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