Como sabemos el racionalismo es la escuela que posiciona a la razón por encima de todo. En esta el logro del conocimiento se presenta gracias a esa facultad y capacidad mental de pensar y reflexionar. El materialismo en cambio considera a la materia como la matriz de todo. La materia es en este sentido todo lo que se extiende en el espacio-tiempo, posee energía y está sujeto a cambios en el tiempo. Siguiendo este mismo orden de ideas el mundo es visto como algo material y que existe objetivamente independientemente de la conciencia. Es decir, la materia puede posibilitar al pensamiento. El empirismo da supremacía a la experiencia y esta lleva a una evidencia que se consolida como la respuesta a la duda. La percepción de los sentidos en el tiempo forma ideas que llevan al conocimiento. El realismo cree en la practicidad y la aplica al dar cabida a la existencia de los objetos que vemos como una realidad independientemente de nuestro punto de vista u opinión. Por ende, no es escéptico y cree que lo que se ve es efectivamente lo que parece ser y no otra cosa distinta. El idealismo en cambio da primacía a la idea. En esta corriente la realidad que podemos percibir no es más que la respuesta a algo que antes fue ideado y por ende estuvo primero en la mente, por lo tanto, nada puede existir sin que antes la idea haya tomado lugar por encima de todo. La idea junto a la conciencia, el sujeto y el pensamiento son los puntos cardinales de este movimiento.En el campo de los racionalistas la evidencia, el análisis, la deducción y la comprobación son sus cuatro pasos clave. En el materialismo hay una doctrina que tiene orígenes desde el antiguo oriente, siguió en la Grecia antigua, edad media, el renacimiento y continuó llegando incluso a una visión metafísica y dialéctica de la misma. En la actualidad se ha llegado a criticar su rol en la idea de consumismo. En el idealismo se perciben a varios tipos de este. Se va desde el objetivo, hasta el subjetivo, platónico, trascendental, alemán y absoluto. En el empirismo hay una carga de herencia inglesa, de positivismo, fenomenología, lógica y constructivismo. En el realismo se aplican postulados sobre objetos inmateriales que se estudian desde la metafísica e incluso hay un realismo crítico, científico y directo e indirecto que se inmiscuye en política.Como hemos podido corroborar estas cinco escuelas, aunque poseen puntos discordantes, tienen como finalidad llegar a la obtención del conocimiento. Sus postulados se guían por senderos diferentes y tienen una aplicación distinta pero que es concebida como la más idónea para cada caso. Enfatizando ahora en los paradigmas y teorías de las cinco podemos llegar a la conclusión de que se gestionan bajo parámetros filosóficos muy bien definidos pero que a su vez no coartan el ingenio o la posibilidad de reflexionar a partir de su punto mas intrínseco. Sucede que las cinco escuelas vislumbran una acción que genera un efecto que a su vez está entrelazado con la búsqueda de un logro especial que está en constante crecimiento y puede ayudarnos a entender de mejor forma las estructuras de pensamiento que tenemos y abrir discusiones sobre problemas fundacionales como la existencia, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. Los argumentos que se forman a raíz de escuelas como las cinco mencionadas en este ensayo son ese cúmulo de teorías afines o discordantes que no solo se hacen múltiples preguntas, sino que además buscan la posibilidad de hallar respuesta a través de diversos campos, si el racionalismo lo hace con la razón, el idealismo lo hace con las ideas, el empirismo con la experiencia, el materialismo con la materia y el realismo con lo que define como realidad. De manera que cada discurso está basado en un estudio previo y una concepción muy propia de la vida misma.Cada una de estas cinco escuelas tienen sus simpatizantes y sus detractores. De hecho, entre ellas mismas se contraponen. El materialismo, por ejemplo, se opone al idealismo en muchos de sus postulados. El racionalismo se enfrenta al empirismo y el realismo tiene críticos en todas las escuelas. De manera que se puede sustentar que hay postulados científicos y reflexivos que no buscan una armonía entre sí, sino que más bien en el debate constante permiten prodigiosa y valerosamente que todas estas formas de pensamiento afloren, tengan cabida y sobre todo sean discutidas de forma abierta y sana. Los estudios sociales, filosóficos y humanistas convergen precisamente en que no son homogéneos (ni buscan serlo) y aplican metodologías que serian impensables en las ciencias exactas como las matemáticas. En este rubro de las letras la amplitud es tal que se le da la bienvenida objetiva y subjetivamente a corrientes de pensamiento con un sinfín de bases fundacionales.A modo de conclusión hay que resaltar el gran aporte de estas escuelas al saber filosófico y humanista del mundo. Sus posiciones, aunque contrapuestas son un símbolo claro del respeto por el debate, la diferencia y la búsqueda del conocimiento a través de diversas vías.