Hoy escribo con una mezcla de sensaciones que ni yo misma entiendo. Os voy explicando.
Por un lado estoy contenta porque hace pocos días nos concedieron plaza en guardería o escuela infantil del Ayuntamiento, de la Diputación y de la Junta. Por supuesto, cancelo dos de ellas y me quedaré con la del Ayuntamiento por el horario (no hacen madrugar) y por el precio.
El caso es que echamos las solicitudes con poca fe al leer cómo era el baremo de puntuación. Daban 6 puntos si ambos padres trabaja y luego alguno por proximidad, por hermanos en el centro.... etc. Vamos, que si no conseguías esos 6 puntos iniciales, ya te podías ir olvidando de la plaza.
Nuestra situación era un tanto peculiar y difícil de demostrar. El Papá de Coquito es funcionario así que no había problemas por ese lado, pero yo trabajo horas sueltas sin dar de alta, así que no se puede demostrar. Sin embargo, al seguir leyendo más detenidamente los baremos, esos 6 puntos tan ansiados podían darse en dos situaciones:
Omitiendo la segunda ya que vive con ambos padres (toquemos madera), en la primera opción se señala lo del "impedimento justificado de atender al niño". Como no tenía manera de demostrar que trabajo, alegué que era estudiante, que es verdad eh!. Hice un escrito para que se equiparara una madre estudiante con una trabajadora y adjunté una declaración jurada junto con la matrícula para demostrarlo. Aquí os dejo leer unas líneas:
La conciliación familiar y la atención a los hijos resulta actualmente compleja. La necesidad de conciliación de trabajo, familia y vida personal ha sido planteada a nivel internacional y comunitaria como una condición vinculada de forma inequívoca a la nueva realidad social, económica y laboral.
Existen dificultades para conciliar el trabajo o los estudios con el desarrollo de una vida personal plena y satisfactoria. Si hacemos más cómoda para las familias esa conciliación, redundará en una mayor calidad de vida de los ciudadanos.
Son muchos los inconvenientes de que ambos padres estén ocupados en distintas actividades y esto se agrava cuanta menos edad tengan los hijos, presentando una problemática particular por el coste que representa el cuidado y la educación en edades tempranas.
A todo esto hay que añadir que con el período de crisis que vivimos en la actualidad, yo, que soy la madre, me encuentro preparando oposiciones y acabando mis estudios universitarios para tener un futuro laboral mejor, lo que conlleva mucho tiempo de estudio y preparación. Tiempo que intento compaginar con el cuidado de mi hija o buscando a alguien para que cuide de ella, por eso me sería de gran ayuda tener una Escuela Infantil cercana y asequible económicamente.
Por todo ello y porque creo que la dedicación como estudiante se puede equiparar con la situación de una madre trabajadora, si no más al ser un “trabajo” no remunerado, debería ser contemplada esta opción en el baremo de puntuación.
Además de esto, tuvimos que rellenar formularios y presentar todos los documentos acreditativos por triplicado (para las tres guarderías subvencionadas). En todas había que llevar la declaración de la renta algo que ya me parecía casi una tontería, porque si ya pones como requisito que ambos padres trabajen.... lo lógico casi es que la puedan pagar sin problemas. De hecho lo más probable es que puedan pagar una guardería cualquiera y no necesiten una subvencionada como si sólo hubiera un sueldo en casa. Algo que veo casi tan tonto como cuando pusieron el Cheque-bebé de 2.500 euros y se lo daban a todos (incluidos principitos por entonces) sin importar los ingresos. Pocos años más tarde las familias más necesitadas no obtuvieron un duro porque ya se había repartido.
Son cosas que a mi modo de ver son un poco incongruentes, pero que es así y excepciones hay en todos los lados. Otros padres se quejarían de otros criterios pero yo lo hago de éste ya que era el que me afectaba jejej.
Lo bueno es que Coquito fue aceptada y, sobre todo, en la que yo quería. La de la Junta era un poco más cara, la de la Diputación me quedaba más lejos y la del Ayuntamiento tenía un buen horario (9.30 a 12.30, con otras posibilidades de comida, madrugadores y tarde), buen precio y a 15 minutos. Nos vimos en las listas de admitidos y hace pocos días me llamaron para concertar una cita y formalizar la matrícula y llevar el resto de documentación que suele ser:
Fotocopia de la tarjeta sanitaria del menorFotocopia de la Cartilla de VacunaciónFotocopia de la declaración de la renta para calcular tu cuotaFotocopia del banco para los pagosFotos del menor
Y allí nos fuimos.
La verdad es que salimos encantados. Nos atendió la que sería su educadora. Nos enseñó todo el centro y fue explicando y atendiendo nuestras preguntas. Todo eso os lo contaré cuando empiece Coquito en septiembre.
Lo mejor es que ella empezará con 16 meses y no será tan pequeña, serán solo 3 horas, nos dejan seguir usando pañales de tela y hay mucha flexibilidad por si necesitamos Que vaya alguna hora más o por la tarde cualquier día.
Queda pendiente que os cuente más sobre nuestra nueva aventura. De momento aprovecharemos el verano y nos apañaremos con abuelas para que la cuiden mientras doy clase.
Y vosotros, ¿qué me podéis ir contando sobre este tema?
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