Con las elecciones, ahora en Andalucía, pero dentro de un tiempo en toda España, cada partido ha sacado su chiringuito electoral a la calle y se están adueñando de calles, plazas, mercados y cualquier sitio en el que se pueda hacer demostración de su producto, al más puro estilo de “Avon llama”. Y con un poco de imaginación se pueden oír frases como: Si utilizas nuestro programa electoral como ha sido diseñado por nuestros profesionales, se te quedará una piel limpia y tersa.
Y el que no está en época electoral, está promocionando un libro sobre sus memorias. Como es el caso del Señor Bono, que ya va por el segundo volumen, éste titulado “Diario de un ministro”. Además el negocio es perfecto: Toda una vida, o casi toda, en teoría a nuestro servicio, y cobrando por ello. Y ahora, si quieres saber lo que le ocurrió mientras trabajaba para nosotros…, pues eso a pasar por caja.
Se imaginan ustedes que pagan todos los estudios de sus hijos y cuando llegan las notas de los chavales, éstos te piden que si las quieres ver que recuerdes que “necesitan” una bici, o unas vacaciones con su nueva novia… Pues poco más o menos eso es lo que este vecino opina de las memorias, de todo aquel que se ha dedicado al “interés de una nación”. Con el agravante además de que se pudiera merecer más de un tirón de orejas, si lo confesado ahora, pudiera haber llevado a alguno en su momento a dimitir, por ejemplo, o ante un tribunal.
Este vecino del mundo desde hace tiempo lleva incorporado el chip “todo-es-posible-en-este-mundo-de-lobos”. Y ya no se rasga las vestiduras ni por nadie ni por nada, pero lo que ha trascendido, en el citado libro, de una conversación mantenida en su momento por el Señor Zapatero, entonces Presidente del Gobierno, y el ahora presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien dijo al primero: "Tú ve poniendo más dinero, que yo iré quitando lo de nación”, más que fuerte puede actuar como una enorme lavativa y “desatascar” lo que se ha venido en llamar “el problema catalán”, cuando en realidad no son ellos precisamente los que tienen el problema, si lo es, sino el resto de España.
¡Vamos! Hoy más que nunca se puede denominar la vida como un largo baile de máscaras, en el que la mayoría no se quita la suya, ni para echar el cigarrito de después; ustedes ya me entienden…*FOTO: DE LA RED