No se puede dejar de comparar ese discurso repetitivo del comunismo con esos viejos radio cassette que repetían una y mil veces lo mismo. Falta de creatividad tal vez?…NO, más bien es la forma barata y simple de concientizar.
Luego surge la duda, a quienes puede concientizar un discurso tan aburrido, repetitivo, lleno de resentimiento y odio?
Claramente a las personas inteligentes no, ellos buscan aquellos cerebros fáciles de manipular y que mejor audiencia que los más jóvenes, especialmente a aquellos que de alguna forma se sienten vetados del sistema capitalista, por su condición socio económica, se suman a este grupo aquellos que por ser considerados minoría se sienten inválidos para luchar solos, como las minorías étnicas por ejemplo, pero ojo, no se puede pensar que todos los comunistas son descerebrados, a pesar de que al principio llegan de esa manera, luego algunos son entrenados para el dominio del discurso y aprender todos los artilugios necesarios para ganar adeptos.
Por ende es un circulo que se repite una y mil veces.
Ahora que sucedería si todos los habitantes del planeta nos enlistáramos en sus filas y mañana todos fuésemos comunistas?
Serían capaces entonces de apretar la tecla recording y cambiar el discurso?
Simplemente NO, porque sucedería exactamente lo mismo que con aquellos que iban en un bus,… en un costado iban los celestes y en el otro los rosados y ambos grupos discutían acaloradamente para demostrar quienes eran los mejores, hasta que el chofer detuvo el bus e hizo que todos bajaran de él. Luego les dijo, se acabó la discusión!!! de aquí en adelante todos serán de color verde, dicho esto les dió la orden de subir, pero nuevamente comenzó la discusión, está vez entre los verde oscuros y los verde claros.
Exactamente igual sucedería, pero esta vez entre los que tienen el control y los subordinados, por tanto existiría una división entre los rojo oscuros y los claros, o en otras palabras, entre los que se llevarían el dinero y entre los que tendrían que trabajar.
Por este motivo son agotadores, utilizando los mismos argumentos, como el tema de la dictadura por ejemplo, por lo que si el calentamiento global no extingue al planeta, nuestros tataranietos seguirán escuchando el mismo discurso anti Pinochet, aún cuando de éste señor no quede ni el polvo.
Si el pueblo israelita hubiese pasado los los últimos 75 años discurseando acerca de Hitler y vengándose de cada alemán que se le hubiese cruzado por delante, estarían sumidos en la absoluta pobreza, pero fueron capaces de dar vuelta la página y seguir adelante.