En esta entrada, hablaremos acerca de los esfuerzos predominantes en el fútbol, con el objetivo de conocer cuáles son los estímulos y cargas que tendremos que aplicar a nuestros futbolistas para que se adapten a la duración e intensidad habitual de un partido de fútbol.
En primer lugar, determinaremos cuáles son las variables que marcan los esfuerzos de los jugadores en un partido, es importante tener en cuenta que los datos han sido extraídos del alto rendimiento:
- Acciones habituales
- Posición en el sistema de juego
- Fases de recuperación durante un encuentro
- Estado y tipo del terreno de juego
Acciones habituales:
Algunos datos que relacionan el tiempo total de un partido con la velocidad de desplazamiento:
- 55-60% del tiempo total, el jugador lo pasa caminando o parado
- 35-40% del tiempo lo pasa a una velocidad moderada (inferior a 15 km/h)
- 3-6% del tiempo el jugador va a una velocidad submáxima (entre 15 y 25 km/h)
- 0,4-2% del tiempo el jugador va a velocidad máxima (mayor de 25 km/h)
Además, según Cometti, 1999, el fútbol suele encadenar acciones de sprint de 3″, una carrera lenta de 10 “, una aceleración de 5″ seguida de una carrera lenta de 15″ finalizando en otro sprint de 3″. Por lo tanto, define al fútbol como una sucesión de sprints y reposos.
Posición en el sistema de juego:
- Los centrocampistas suelen correr entre 9 y 12 km en los 90 minutos de un encuentro.
- Los defensas centrales y delanteros suelen correr entre 0,5 y 1 km menos que los centrocampistas, es decir, unos 8-11 km más o menos.
- Los defensas laterales y extremos dependen mucho del perfil del jugador, pero sus carreras suelen ser de mayor intensidad que las de los demás jugadores.
- Respecto a los porteros, no se han encontrado datos fiables, pero se conocen algunos datos significativos sobre algunos de los mejores porteros del mundo como Casillas o Valdés que en sus partidos pertenecientes a la jornada 2 de la Champions League 2013-2014 recorrieron 4 y 6 km respectivamente.
Estos datos son estimativos y varían mucho dependiendo del perfil del jugador.
Fases de recuperación durante un encuentro:
Las fases de recuperación suelen ser abundantes y permiten una rápida eliminación del lactato, aunque el lactato no suele ser determinante en este deporte. Por lo general las pausas van de los 15 a los 30 segundos cuando se trata de un saque de puerta, y de unos 5 a 15 segundos cuando se trata de un saque de banda. Respecto a los córners y las faltas oscilan mucho según la fase del encuentro en la que estemos.
Estado y tipo del terreno de juego:
Con terrenos de juego mojados, y con el campo blando la carga sobre los isquiosurales es mucho mayor que en un campo en condiciones normales. Por otro lado en terrenos de juego duros y secos, la carga sobre los cuadriceps es algo mayor aunque no suele ser significativo y son otros los riesgos que corremos en este tipo de campos.
Conociendo todos estos aspectos y datos podremos orientar mucho mejor los volúmenes y las intensidades de nuestros entrenamientos para generar las adaptaciones adecuadas. Seguro que he obviado o pasado por alto alguna variable que vosotros creáis importante, si es así, no dudéis en dejar un comentario.
DANIEL NAVARRO NAVALON - @DaniNavarro91
Albacete
Monitor de Fútbol y Fútbol Sala
Estudiante de Licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.