ESO: Entidad Sobrenatural Oculta (Santiago Lapeira, 2.009)

Publicado el 05 julio 2012 por Rugoleor @rugoleor

ESO: Entidad Sobrenatural Oculta (Santiago Lapeira, 2.009)

Calificación:

Crítica: 5,938 Público: 4,806 España: 4,258 Rugoleor: 6,114

Ficha:

Título Original: E.S.O. Entitat sobrenatural oculta

Director: Santiago Lapeira

Guionista: Santiago Lapeira

Intérpretes: Cadhla Kennedy, Oriol Puig, Paula Jiménez, Fernando Guillén, Fon Herrera, Clara Lapeira, Mercè Llorens, Sergi Mateu, Rosana Pastor, Pere Vall

Productor: Mamen Boué

Fotografía: David Valldepérez

Música:  

Montaje: Marc Dominici

Nacionalidad: España

Año: 2.009

Duración: 85 minutos

Edad: 13 años

Género: Aventuras, Terror

Distribuidora: Black Flag, S. L.

Estreno: 23-04-2.010

WEB Oficial: Web Oficial de la película en España

Espectadores: 25.026

Recaudación: 151.965,49 €

Calificación única: 4,767 (118.754 valoraciones)

Puesto / Total: 140 / 142

Sinopsis:

Unos alumnos de secundaria descubren que, bajo el Instituto donde estudian, puede haber unos túneles que sirvieron de refugio antiaéreo durante la Guerra. Nadie recuerda su existencia, por lo que deciden intentar encontrarlos. Se enteran de que unos niños quedaron sepultados al hundirse una parte de ellos, y una de las chicas, Axia, empieza a presentir una amenaza que no sabe explicar. Según unos artículos que encuentra en Internet, las personas sepultadas se “aparecen” en los sitios donde murieron. Reciben el nombre de “E.S.O. – Entidades Sobrenaturales Ocultas”. Axia querrá avisar a sus amigos del peligro, pero nadie va a creerla.

Comentario:

En un alarde de ocurrencia, la nueva película del inclasificable Santiago Lapeira juega con la posible polisemia del acrónimo E.S.O., que además de apelar a la Educación Secundaria Obligatoria, remite aquí a una Entidad Sobrenatural Oculta. Sobre esta premisa, el director de “Asalto al banco central” incursiona en la algo desgastada moda del terror adolescente hispano. Planteada como un exploit sin contemplaciones, la película se resguarda tras la presencia de veteranos como Rosana Pastor o Fernando Guillén.

Crítica:

28-04-2.010 – JOSU EGUREN

Los cinco investigadores

Si aceptamos que estrenar una película, obviemos el número de copias, es el mayor éxito al que pueden aspirar el 99% de los directores españoles, el catalán Santiago Lapeira ha cumplido con las expectativas que se marcó durante el proceso de gestación de “E.S.O”, tanto o más que James Cameron con su “Avatar”. En el futuro, pongamos 50 años, “E.S.O” tendrá un lugar destacado en los ciclos dedicados al cine de terror nacional en su sección ‘todo caspa’, pero a día de hoy es el síntoma más evidente de la parálisis cerebral de nuestra industria, la misma que a marchas forzadas, y sin argumentos cinematográficos, trata de competir con las producciones americanas volcándose en el descubrimiento, tardío, del cine de género.

Y esto va también por los festivales (playeros), los espectadores (monolingües), la crítica (adulatriz) y las distribuidoras (timoratas), España es patética, y lo digo con el dolor que produce ver cómo se cierran salas mientras en los despachos de las productoras se hace ingeniería financiera con las subvenciones. Volviendo a “E.S.O”, para los más osados, tenemos que hablar de Santiago Lapeira, un ‘outsider’ con minúsculas del que por estos lares apenas sabemos, que en su página web se presenta como director y guionista cinematográfico, casi nada. Debió de serlo en otro tiempo (“El invernadero”), porque a día de hoy parece más un ‘follower’ de “El internado” que un avispado prestidigitador de las claves del género. “E.S.O” es poco más que un sainete fantasmagórico para preadolescentes (“Los Hollister”) que pudo haber crecido hasta convertirse en la versión light de “Veronica Mars” de no haber temido defraudar a los devoradores del cine de ‘sustetes’ (éste también es un género). Cámaras subjetivas y multiplanos mediante, diría incluso que desafiando al Tribunal Supremo, Lapeira despierta los viejos fantasmas de la Guerra Civil española desde una óptica infantil e infantiloide, sin aportar más allá de un par de rostros fotogénicos (Mercé Llorens y Cadhla Kennedy).

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