Esos bichos feos

Por Jerjes Ascanio
Hoy quiero escribir sobre las cucarachas. Tengo una relación difícil con las cucarachas. No voy a decir que me encantan pero sí es cierto que, en algunos momentos, me producen una rara sensación, algo cercana a la piedad. Durante toda mi vida he matado demasiadas...
Lo confieso: muchas de esas muertes han sido por encargo...
Me he convertido en un sicario muy eficiente. Pero con los años, como un francotirador que envejece y va planeando su retiro, he comenzado a pensar que es un poco injusta la valoración sobre estos bichos. 
¿Por qué los coquitos son bellos y simbolizan incluso la inocencia infantil, mientras sus hermanas mayores son vistas con asco y masacradas con pasión? 
En uno de los cuentos de El matrimonio de los peces rojos, un libro extraordinario de Guadalupe Nettel, una familia desesperada combate una invasión de cucarachas siguiendo una conseja popular: comiéndoselas. No soportan ver cómo un animal mayor se alimenta de su especie y, entonces, deciden huir.... 
O por el contrario, en la pelicula El apartamento de Joe (1996), Un joven de Iowa llega a Nueva York con la idea de vivir una agradable experiencia. Pronto descubre lo insegura y difícil que es la vida en la gran manzana. Pero la suerte le llega cuando descubre un pequeño apartamento de renta muy baja gracias a las cucarachas que en éste viven. Los insectos se convertirán en sus mejores aliados…
“Estos animales ­dice un personaje fueron los primeros pobladores de la Tierra y, aunque el mundo se acabe mañana, sobrevivirían. Son la memoria de nuestros ancestros”. Quizás piense en esto la próxima vez.
Quizás dude por un segundo, antes de empuñar la chancleta, antes de escuchar el crujido de las alas aplastándose contra el suelo...