En una esquina de Almagro, sin mucho más para ver, aparece de golpe esta esquina verde, con una bicicleta colgando arriba de la puerta. Y si eso se ve de afuera, obviamente hay que chusmear adentro.
Y ahí los colores siguen, banquetas multicolores, cactus de tela colorinches, banderines, cuadernitos, y mucho verde en las mesas, para así transmitir la onda natural que propone en sus opciones.
No hubo mejor elección para la merienda tía-sobrina!
La fotos de la fotógrafa mini, un detalle de cada una de las banquetas de colores.
Además de comer unas tostadas riquísimas con queso y dulce de leche, jugo de mandarina y té con leche, jugamos a las fotógrafas, conversamos con los chicos del bar, y jugamos al ajedréz.Una buena opción para tener en cuenta para desayunos de domingo o paseos de tarde, ahora que los días están más lindos y salimos más.