El color rojo, quizás el más enérgico, muy llamativo y que si está en los jardines, su poder y su energía se detectan desde el principio. En los jardines yo propongo que se utilice para resaltar ciertos espacios y zonas. Es aconsejable utilizarlos por tanto, en zonas de climas húmedos y con espacios a la sombra, donde es preferible avivar los colores dentro del jardín.
El color amarillo, que le aporta calidez al espacio y que crea una sensación de aumento de temperatura en estas fechas tan frías y a veces tan desagradables por la humedad provocada por las lluvias otoñales. Hay que decir que el contraste de estos colores no sería posible sin los fondos verdes de las siempre verdes, como coníferas o frondosas persistentes que acompañan a las especies "cálidas". Las especies con este color iluminan el espacio y lo resaltan como en el caso de los colores rojos.
En cuanto al color naranja u ocres, es un color secundario fruto de la combinación del rojo y amarillo. Que puede convertirse en un dorado.
El otoño en sí es una oportunidad y un regalo de la naturaleza. A continuación algunas fotos de este maravilloso otoño:
Este arbusto es Euonymus alatus o Bonetero alado. Es un arbusto caducifolio que puede llegar a una altura de 3 metros. Puede estar en sol o semisombra. Para los que conozcan a las especies de Euonymus nada tiene que ver. Es un arbusto muy interesante y de fácil mantenimiento.
La presencia de los hongos demuestran al público que estamos en otoño y que la humedad favorece la aparición de los mismos.
Es más interesante el paseo por una zona con árboles y arbustos que tienen cambios cromáticos y texturales, hacen del camino una sorpresa y mayor disfrute.
Las alfombras otoñales, aunque incómodo para los jardineros, hacen que los colores cálidos se extiendan en un nivel inferior.
Los frutos también pueden ir al compás del otoño. Esta es una especie muy interesante llamada Nandina domestica o con su nombre común se la conoce como Bambú Sagrado. Es un arbusto semipersistente o persistente según la zona donde se plante. Es de relativo poco tamaño por lo que se puede plantar en macetas. En zonas de clima caluroso es aconsejable plantarlo con exposiciones umbrías.
La caída de la hoja es la característica del otoño. Esta fotografía me pareció una interesante combinación entre los repollos ornamentales con ese color verde azulado con tonos violetas con un acompañamiento de hojas otoñales.
Los madroños o Arbutus unedo tienen una combinación de frutos de colores desde el verde, el último que aparece, pasando por el amarillo y llegando a un naranja rojo.
Otro magnífico arbolillo que no llega a alcanzar los 6 metros, es el Rhus typhina, con un porte muy abierto y con este color fuego durante el otoño. Es un árbol que en zonas cálidas se recomienda que se ponga en semisombra.
Una imagen muy característica del otoño madrileño es el palacio de Cristal. Los Taxodium distichum, que salen del agua presentando el telón de fondo que es el Palacio de Cristal, que podría ser una de las "Folies", caprichos o sorpresas del Jardín del Retiro en Madrid. Si no estuvieran esos cipreses de los pantanos este paisaje no sería el mismo.
Espero que este post sirva para que seamos capaces de fijarnos en esos cambios otoñales y apreciarlos. Que los que tienen jardín o quieren tenerlo, entiendan que es imprescindible que la elección de las plantas sea adecuada, no sólo por los condicionantes ambientales, sino por los estéticos, que aportará a esos espacios sorpresas y alegrías.