Aunque no sea muy amante de la pasta tengo que reconocerle sus ventajas: son rápidas de preparar, muy versátiles y, si no abusamos de salsas grasas, no engondan. No engordan si seguimos las recomendaciones en cuanto a la cantidad por ración y al consumo semanal (se supone que debemos hacer ejercicio diario).
Esta receta tiene como base la preparación de los espaguetis al ajillo. No es un plato en el que predomine el sabor del tomate, de hecho tiene muy poco y me gusta el leve sabor a picante.
Si os gusta la pasta, podeis consultar las 31 recetas de este blog.
Ingredientes:
- 500 gr de espaguetis
- 1 Kg de mejillones
- 1/2 Kg de langostinos
- Medio vaso de vino blanco
- 1 cabeza de ajos pequeña
- 1 guindilla
- 1cucharada rasa de harina
- Salsa de tomate casera
- Aceite de oliva
- Laurel
- Sal y pimienta
Elaboración:
Limpiamos los mejillones y los abrimos en una cacerola amplia con el vino y la hoja de laurel. Les quitamos las valvas y colamos el caldo. Pelamos los langostinos.
En una sartén grande, ponemos aceite de oliva y freimos los ajos muy picados. Cuando empiecen a dorar, le añadimos la cucharada rasa de harina y rehogamos, a continuación 4 ó 5 cucharadas de tomate frito, el caldo de los mejillones y la guindilla. Si es necesario podemos añadir un poco de caldo de pescado o de agua. Dejamos cocer hasta que la salsa espese (debe ser ligera, no demasiado espesa). Casi al final le incorporamos los langostinos y los mejillones. Salpimentamos.
Preparamos la pasta con el punto de cocción que nos guste (mejor al dente) y sin refrescar la escurrimos ligeramente y la mezclamos con la salsa de los mejillones.