El primer mundial de fútbol que seguí por televisión se celebró en la República Federal de Alemania (1974) y lo ganaron los anfitriones. Tenían una selección mítica: Maier, el portero, y junto a él –practicando lo que se llamó “fútbol total”- Beckenbauer, Breitner, Bonhof, Müller,…España no jugó aquel mundial y por eso, desde el principio, yo iba del lado de los germanos.
Me acuerdo perfectamente de cómo nos clasificamos frente a Yugoslavia (Belgrado, 1977), para el Mundial de Argentina 78. Gol de Rubén Cano, un desgarbado futbolista que jugaba en el Atlético de Madrid, y botellazo al madridista Juanito cuando, al ser sustituido, hizo un feo gesto a la grada. El papel de nuestra selección en Argentina fue bastante triste, pues nos eliminaron en la primera fase con 3 puntos.
Después vino “El Naranjito” y España 82. Aquel año, The Police no sacó ningún LP al mercado, así que me volqué con la selección de Santamaría. Pero nuestro entrenador no hizo milagros: pasamos la primera fase in extremis, con un gol del valencianista Saura. El sueño español se acabó con el 2-1 frente Alemania, con una “cantada” de nuestro portero Arconada. Parecía que por celebrar el mundial en casa podíamos ganarlo.
Para México 86 Miguel Muñoz llevaba una buena selección, aunque ya nadie pensaba más que en hacer un buen papel. Fue el mundial del gol que no se le concedió a Mitchel frente a Brasil y del 5-1 a Dinamarca (con un “Buitre” imperial que hizo cuatro goles). Podíamos hacer algo, pero perdimos por los penaltis frente a una anodina Bélgica. ¡Qué decepción!
Luis Suárez y la selección española hicieron un gran papel en la primera fase de Italia 90, pero fuimos eliminados en los Octavos de Final ante Yugoslavia por 2-1. Nos quedamos con ganas de más, mucho más. La revancha tendría que llegar en USA 94, con Clemente. España hizo un buen papel, cayendo contra Italia en Cuartos frente a Italia (2-1), incluido el codazo a Luis Enrique; otra vez fuera.
En Corea 2002, la España de Camacho consiguió el pase a Cuartos frente a Irlanda, gracias a un prometedor portero, Iker Casillas, que detuvo tres máximas penas en la tanda final. Después Corea del Sur (y los árbitros) nos eliminaron en los penaltis. La “furia española”.
Luis Aragonés despertaba entusiasmo o recelo en el mundial de Alemania 2006. Caímos nuevamente en Octavos de Final contra la Francia del magistral Zidane (3-1). Fernando Torres y David Villa hicieron un buen papel. Después vino nuestra victoria en la Eurocopa (2008). ¿Seríamos capaces de ganar un mundial?
Esta noche todos nos hemos olvidado del calor, de la crisis y del paro; de la reforma del empleo y del “bibianaborto”; de las cuatro cooperantes españolas que han muerto en Perú (y cuyos cadáveres alguien ha etiquetado mal); de los dos bebés africanos que han muerto al intentar llegar a España en patera. Porque esta noche, como le ha dicho Xabi Alonso a Sara Carbonero (objeto de las bromas de una envidiosa prensa británica), “por fin han ganado los buenos”. Porque los buenos han sido muy buenos. Del Bosque, muy cuestionado, con su aspecto de señor Potato, nos ha llevado discretamente y sin estupideces en los medios, a la única inmortalidad que hoy entienden muchos: la de ganar un mundial de fútbol. Las paradas inverosímiles de Iker, los golazos de los culés, y un país que ha vuelto a sacar su bandera a las calles, han llevado a nuestra selección a la cima. La “roja”, o mejor dicho, la “Azulgrana”, nos ha hecho volver a sacar pecho por ser españoles. Al final, como en una historia de amor que acaba bien, Iker a besado a Sara y, en ella, a la afición entera de un país. ¡Qué cosas pasan en España!