Carmen Toledano AmecoPress.- Asistimos en nuestro país, en muchas ocasiones a declaraciones y homilías por parte de algunos obispos católicos, que nos hacen a la mayoría de la ciudadanía, no solamente sentir indignación y rechazo, sino también sentir una profunda vejación en lo personal y en lo social. La última homilía “machista y homófoba” del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá, arremetiendo contra la homosexualidad aprovechando un medio de comunicación público como es TVE, no hace sino poner de manifiesto una vez más, la carencia de todo tipo de conocimiento y rigor científico por parte de algunos miembros de la Iglesia católica. Estos postulados y nunca mejor dicho, nos retrotraen a los más oscuros momentos de nuestra historia, en los que se perseguía, se vejaba, condenaba y encarcelaba a las personas homosexuales, sólo por el mero hecho de serlo, con la consiguiente implicación y complicidad de los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad, entre ellos la Jerarquía eclesiástica y sus defensores, que siempre han jugado y siguen jugando un papel de freno ante los avances de la sociedad hacia la normalización y el respeto. Por ello, y a pesar de los cambios sociales y legales producidos en nuestro país, resulta intolerable e inadmisible este tipo de declaraciones, vengan de dónde vengan, porque lo único que alimentan y fomentan es el odio y la discriminación entre las personas por su identidad sexual. La ciudadanía de bien, insisto, nos rebelamos ante hechos de este calado, que implican una clara violación de los derechos humanos, de los derechos sexuales, y del derecho a desarrollar nuestra sexualidad como queramos. Además, hay que recordarle al obispo de Alcalá y a todos los que piensan como él, que estas manifestaciones discriminatorias de corte homófobo, son inconstitucionales, que vulneran claramente el principio de igualdad recogido en nuestra Carta Magna, que afirma textualmente: “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Ya sabemos que nos podrán decir, que ellos, los obispos, están sujetos a la Ley Divina. Y en ese caso, les diremos con orgullo que en un Estado Democrático y de Derecho como es el nuestro, “la Constitución nos hace a todos, hombres y mujeres iguales ante las leyes humanas, por las que nos regimos”. Además de las declaraciones en contra de la homosexualidad, el obispo de Alcalá se refirió también a “su curación con una terapia adecuada a través de una vida en castidad”. Por ello, al Sr. Obispo, le decimos bien alto y claro, que deje sus obsesiones y sus temores, y deje de engañar y mentir a la ciudadanía con sus manuales, porque “la homosexualidad, la transexualidad al igual que la heterosexualidad no son una enfermedad”, y por tanto, proponer terapias para su curación resulta una burda y vil manipulación. Y también le decimos, No más homofobia, transfobia y machismo en nombre de Dios, porque traicionan el nombre de aquel a quien dicen representar, cuyo mensaje es el amor. Seguramente en alguna ocasión nos habremos preguntado ¿Cuántas personas homosexuales y sus familias viven metidas en el armario del miedo y de la vergüenza por el rechazo que personas como el Obispo de Alcalá y algunos sectores de nuestra sociedad promulgan hacia ellas?. Queda todavía mucho camino por recorrer en la lucha contra la homofobia y la transfobia. Quedan aún barreras y prejuicios morales que eliminar con respecto a garantizar los derechos de las personas LGTB y el reconocimiento a su dignidad. Por ello, no hay mejor arma para acabar con la discriminación, que trabajar desde la educación y con las familias (con todos los modelos familiares), a través de campañas y acciones de sensibilización y concienciación en contra de todo tipo de actitudes y manifestaciones sexistas y homófobas. Es necesario seguir favoreciendo en nuestra sociedad una cultura del respeto a la diversidad sexual. Es preciso seguir trabajando desde todos los ámbitos por visibilizar la realidad de las personas LGTB y sus familias. Esta responsabilidad nos implica y nos compromete a todos y en todos los ámbitos, y desde el PSM y en concreto desde la Secretaría de Igualdad, seguiremos trabajando junto y con los colectivos y organizaciones LGTB en la defensa de sus derechos para contribuir al cambio de mentalidades que la sociedad madrileña requiere. Una de nuestras señas de identidad que han marcado nuestra acción política y de gobierno ha sido la defensa de la igualdad y la libertad. Desde nuestras convicciones y principios nos sentimos muy orgullosos de haber apostado por el reconocimiento de los derechos civiles de las personas LGTB. Y desde la igualdad de derechos, hoy seguimos exigiendo al Partido Popular la retirada del recurso de inconstitucionalidad que presentaron contra la reforma del Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada por el Gobierno socialista de Zapatero y ratificada por una amplia mayoría de los Grupos Parlamentarios. Por último, queremos manifestar a través de estas líneas, nuestra solidaridad y apoyo a las entidades y colectivos, como la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y las organizaciones que la conforman, por su continua defensa de los derechos de las personas LGTB. Luchar contra la homofobia, la transfobia y el sexismo, es luchar por una sociedad en igualdad y en libertad. Ese es el reto, esa es nuestra responsabilidad. (*) Secretaria de Igualdad PSM y Diputada Grupo Socialista Asamblea de Madrid.
Publicado por Género con Clase
España: Contra la homofobia: respeto, dignidad, información y educación.
Publicado el 02 mayo 2012 por Jmartoranoster
Posted on 2 mayo, 2012 by juanmartorano