Las vergüenzas del país descubiertas por Torres López continúan en su blog: vengüenza de tantos jueces y fiscales que se ponen en marcha, no para administrar justicia, sino para evitar que su peso caiga sobre los delincuentes de almidón; vergüenza de los partidos mayoritarios que se ponen de acuerdo para tapar a quienes han robado y destruido el patrimonio de millones de españoles; vergüenza de que no haya banqueros juzgados y en la cárcel por las estafas que han orquestado en los últimos años; vergüenza un país en donde los gobernantes y líderes políticos mayoritarios pueden traicionar al pueblo y a la Naciónentregándola a intereses extranjeros; vergüenza de un país gobernado por mentirosos y traidores que cambien la Constitución sin consultar al pueblo; vergüenza de un país que consiente que los parlamentarios roben a los ciudadanos cobrando dietas por desplazarse o vivir en Madrid cuando residen siempre allí y allí es donde tienen sus viviendas habituales…
“Un país en donde la mayoría de los periodistas calla para obedecer a sus amos, o se limita a reproducir la letanía de mentiras con las que justifican todo lo que está pasando; con un Tribunal Constitucional en donde el voto de sus magistrados se sabe de antemano porque son conmilitones que votan las sentencias como por encargo; donde el gobierno, con la excusa de la crisis, desmantela poco a poco los órganos de vigilancia y control de su actuación administrativa; donde solo se sabe recurrir a mentiras, que se difunden gracias al enorme poder mediático de los grupos financieros y a la democracia tan imperfecta que tenemos, para justificar los recortes en las pensiones, la educación o la sanidad públicas o en donde su universidad no estalla para denunciar lo que pasa y las mentiras y estafas que se vienen produciendo, y en donde la mayoría de sus intelectuales se acobardan o acomodan y se achantan…Un país en donde la mayoría de la gente no ve a su patria más que en la camisa de una selección de fútbol y que solo la ve en peligro cuando pierde en los campos de juego, y no cuando se atacan su democracia o los derechos sociales de sus ciudadanos; un país que grita y se enrabia solo cuando se cuelan goles o cuando se falla un penalti pero que calla cuando le quitan servicios públicos esenciales, y que no sale en masa a la calle para denunciar y pedir que se enjuicie a los ladrones de dinero público que ocupan las instituciones. Da vergüenza esta España corrupta y rota, de oligarcas y mercenarios que todavía huele demasiado a dictadura, y da vergüenza que la mayoría de la gente honrada no sea capaz todavía de levantarse y unirse, de reaccionar con inteligencia y valentía ante lo que está pasando para darle la vuelta y un buen limpiado”.