La nueva Generación Dorada de basquet argentina no pudo conquistar el Mundial de China.
España con una férrea defensa y un buen ataque ganó el Mundial de China al derrotar en la final a Argentina por 95 a 75.
Esta fue la primera edición en la historia que se disputa con 32 seleccionados y, además, la primera que se disputa bajo un nuevo calendario, sacando el campeonato de los años coincidentes con otros grandes eventos como la Copa Mundial de Fútbol o los Juegos Olímpicos de Invierno.
Esta edición fue la tercera que se disputa en territorio asiático, ya que antes fueron sedes Filipinas en 1978 y Japón en 2006.
"Quizás para otros es una sorpresa. Pero Argentina es un muy buen equipo y lo ha demostrando". Con la seguridad y la firmeza con la que se convirtió en uno de los puntos más altos del equipo, Facundo Campazzo resaltó las virtudes del equipo argentino, que llegó a la final del Mundial de Básquet que se disputa en China y perder con España.
El base que juega en el Real Madrid analizó el juego del equipo de Sergio Hernández ante España: "Defendimos como caballos a los jugadores claves de ellos. Pero ellos hicieron una buena defensa y eso nos impidió tomar buenos tiros".
Mundial de China 2019: los campeones.
De la Generación Dorada a la nueva era: cómo fue la renovación en la Selección camino al Mundial de China.
Sólo Scola queda del equipo que brilló en Atenas 2004. El recambio, no obstante, ha sido siendo gradual.
Este Mundial ha servido de recambio generacional. Un cambio de una Generación Dorada a otra que promete mucho. Con jugadores de muy buen nivel jugando en diferentes lugares de Europa y de Argentina. Algunos con futuro de NBA, otros quizá no, pero la realidad es que esta camada de jugadores deberá marcar su propio camino, y seguir con el legado de la exitosa generación que los precede.
Como sabemos, todo equipo necesita un líder, que debe ser alguien con la experiencia y el corazón necesario para que el resto del equipo lo siga. El capataz de esta generación es sin duda Facundo Campazzo. Es el último jugador con un importante aporte en la Generación Dorada que queda en pie, aunque no ganó nada de importancia con esa generación.
"El sheriff" como le dicen, jugó varios torneos con algunos de los mejores jugadores que tuvo la selección. Y ya con toda esa experiencia, a sus 27 años, el cordobés está más que calificado para la tarea de liderar a los jóvenes hacia el éxito.
El logro más importante del básquet argentino: oro en Atenas 2004.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 la Selección de Rubén Magnano lograría el hito más importante de la historia del básquetbol argentino al conseguir ganar la medalla de oro. Argentina conformó el Grupo "A" junto a Serbia y Montenegro, España, Italia, China y Nueva Zelanda. Argentina ganó 3 partidos y cayó en 2 en el grupo, por lo que finalizó 3a, y clasificó para la siguiente ronda.
En el cruce de cuartos de final le tocó medirse con Grecia (que era el combinado local), y la derrotó 69 a 64 en un durísmo partido. En la semifinal eliminó a Estados Unidos, cuyo equipo nuevamente estaba integrado por jugadores de la NBA, por 89 a 81. Argentina es la única selección en el mundo que derrotó 2 veces a una selección de Estados Unidos compuesta por jugadores de la NBA. En la final, el conjunto albiceleste doblegó a Italia por un contundente 84 a 69 y se transformó así en campeón olímpico.
Entrenador: Rubén Magnano
El oro en el FIBA Diamond Ball y el bronce en Pekín 2008: el Nro. 1 en el Ranking FIBA.
El hecho destacado es que luego de dichos Juegos Olímpicos, la Selección albiceleste quedó en el puesto Nro. 1 del Ranking de la FIBA, posición que ocupó hasta 2012.
El Plantel.Entrenador: Sergio Hernández
Luis Scola casi que detesta la palabra. Cada vez que alguien le habló de "recambio" en la Selección argentina de básquetbol, el capitán se apresuró en desactivar la bomba y explicar -a veces hasta el hartazgo- que el "recambio" como tal no había existido. Que todos los años habían entrado y salido jugadores del equipo nacional.
Y es cierto. Quizá pocos los recuerden, pero entre ausencias de peso varias y modificaciones técnicas, por rendimiento o gustos de los entrenadores, en los tres planteles que fueron de 2012 a 2015, cambió casi la mitad del grupo.
Nuevamente campeones de América en 2011, Campeones Sudamericanos 2012, y 4to. puesto en JJ.OO. de Londres 2012.
En un duelo para el infarto que se definió en los últimos segundos, Argentina le ganó a Puerto Rico 81-79 el 10 de septiembre, mientras que Brasil hizo lo propio con Dominicana ese mismo día por 83 a 76. De esta manera, los dos grandes de Sudamérica obtenían los dos cupos disponibles para los JJ.OO.
Pero quedaría pendiente quién de los dos obtendría el título de campeón, duelo que se dirimió el 11 de septiembre, ante un repleto Polideportivo Islas Malvinas.
Así, en un clásico parejo, como casi siempre se da, Argentina doblegó 80 a 75 a Brasil en la final, obteniendo así el título de campeón de América por 2da. vez en su historia. La gran figura fue Luis Scola, con 32 puntos y 4 asistencias.
El Plantel.Entrenador: Julio Lamas
Los grandes logros de la camada más importante en la historia del básquet albiceleste y la vigencia que mostraron varios de sus miembros tuvieron otras implicancias reconocidas por los propios protagonistas: "taparon" la llegada de nuevos integrantes. Por eso hubo nombres que, pese a las avanzadas edades, se repetían y se repitieron desde 2002, con Emanuel Ginóbili, Luis Scola y Andrés Nocioni a la cabeza.
Pero es también cierto que hay un núcleo que se fue estableciendo precisamente desde el último Mundial, el de España 2014 -justo cuando se cumplía una década de la gesta olímpica de Atenas-, y que se reforzó a partir del Preolímpico 2015.
En aquel certamen mundialista, el primero que no tuvo a Argentina entre los cinco mejores desde 1998, jugaron por última vez dos Dorados como Walter Herrmann y Leonardo Gutiérrez; también se despidió un bronce olímpico como Pablo Prigioni y fue -aunque luego volvió a estar en diversas convocatorias- el último torneo grande de Marcos Mata.
Scola no se preocupó: "El futuro no es nada oscuro", auguraba el capitán.
Y tendría razón. En 2015, entonces, Argentina viajó a México con siete de los que habían sido undécimos en el Mundial ibérico. "Los chicos ya tomaron la posta y la Selección es de ellos. No hay nadie más. Son los que van a estar durante los próximos diez años. El equipo es de Laprovittola, Campazzo, Deck, Brussino, Delía... Hasta dónde podemos llegar con ellos es un misterio que se descubrirá con el tiempo", decía Scola.
Fue un certamen fundacional para algunos jugadores, que lograron con aquel subcampeonato en el Preolímpico FIBA Américas no sólo a que la Selección se clasificara a Río 2016, sino también ganarse un lugar en esa consideración de -más o menos ayudados por sus rendimientos en los equipos- ser "seleccionables".
Fueron los casos de tres que debutaron con la Mayor en ese torneo: Gabriel Deck, Nicolás Brussino y Patricio Garino crecieron bajo el ala de Scola y Nocioni, cuyo abrazo una vez consumado el durísimo objetivo quedó grabado en todas las retinas basquetboleras.
Para los Juegos Olímpicos de Río, Sergio Hernández fue consecuente no sólo con los nombres que habían ganado el privilegio de disputarlos, sino también con sus actualidades. Repitió 9 nombres y les sumó a Manu, el regreso (y despedida) de Carlos Delfino y el refuerzo en la pintura con Roberto Acuña.
Se cerró allí una inolvidable trayectoria con la Selección para Ginóbili y Nocioni y el primer torneo grande de la actual camada.
"Fueron 15 años con casi los mismos jugadores. Eso no pasa habitualmente"
reflexionaba Manu con los ojos vidriosos.
"Hay que dejarle paso a todos los chicos. Creo que mi puesto está bien cubierto. Ojalá tengan toda la suerte del mundo y sigan trabajando y progresando""
decía un emocionado Chapu pensando en el futuro.
La Americup 2017, torneo en que se transformó el viejo FIBA Américas a partir de la reestructuración del sistema clasificatorio, fue el primer torneo completamente dominado por esta camada.
Tuvo la aparición de Lucio Redivo, ex goleador de Bahía Basket y refuerzo goleador desde el tiro externo, una aparición sorpresiva y saludable de Javier Saiz ante la lesión de Luis Scola y el regreso de Tayavek Gallizzi.
Con el plantel más joven del torneo, la llegada a la final del certamen (increíble derrota con Estados Unidos luego de ir 20 puntos arriba) fue un espaldarazo para el grupo, que sostuvo el núcleo con apenas algunas modificaciones e inclusiones de varios jugadores de la Liga Nacional para las nuevas Eliminatorias.
Y son once de doce los nombres que se repiten de aquella Americup en este Mundial. Sólo Saiz, que no pudo sostener el buen nivel que había mostrado entonces, dejó su lugar para la entrada de Agustín Cáffaro, voluntarioso interno de 24 años que explotó esta última temporada al ser titular en Liga por primera vez, en Libertad de Sunchales, y pasó al tetracampeón San Lorenzo.
Y ocho de los 12 estuvieron en aquel Preolímpico de México. No están Nocioni, Selem Safar, Leonardo Mainoldi y Nicolás Richotti, sí Scola, Campazzo, Laprovittola, Garino, Deck, Delía, Brussino y Gallizzi más Cáffaro, Máximo Fjellerup, Redivo y Luca Vildoza, talentoso base que iba a estar en México 2015 pero sufrió una lesión que lo marginó.
Está claro: la base está y el recambio terminó. Incluso podría ser el último torneo de Scola. Los fanáticos esperarán que no y que esa despedida, clasificación mediante, sea en Tokio 2020.
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