Cada vez que me da por leer algún titular en las noticias relacionado con nuevos nombramientos en empresas (más bien grandes), cargos en empresas públicas o semipúblicas o puestos de libre designación, solo se me viene a la cabeza una pregunta: ¿de quién será hijo o amigo est@ personaje?
Lo doloroso es que casi en el 100% de las ocasiones no me equivoco en la respuesta, es más, ni los propios nombrados ni los ‘nombrantes’ para esos cargos se molestan en ocultar la relación que los une y que es la motivadora de esa rápida y tan buena colocacción.
Con esto no digo que alguno de estos nuevos puestos (a dedo) no sea verdaderamente buen profesional en lo suyo, pero lo que me asusta es que se vaya a dedicar a algo de lo que no tiene ni idea por el mero hecho de una relación amigofamiliar personal.
Toda organización debe ‘aspirar’ a tener los mejores profesionales en los puestos que tiene y más en puestos que deberían de ser de responsabilidad y liderazgo.
¿Qué pensáis de aquella organización donde sabéis que determinado responsable es contratado por ser amigo personal o familiar del ‘jefe’ o de un ‘jefecillo’? Ya se, eso es lo más habitual en este país.
Si sois miembros de la misma lo único que experimentaréis es desmotivación, falta de compromiso con la organización a la que pertenecéis y, sobre todo, una dejadez en vuestra involucración de hacer las cosas lo mejor posible ya que os dais cuenta de que no se premia el talento sino el amiguismo.
Si no sois miembros de esa organización experimentaréis recelo con la misma, desconfianza en su saber hacer y, sobre todo, considerar que hay una falta de liderazgo total en la misma.
Y es que sintiéndolo mucho, en la mayoría de nuestras organizaciones se ha instalado la mediocridad dirigente unida a jerarquía de la ‘casta’ dominante que entra en las organizaciones cual ‘derecho de pernada’.
Pero lo que suena patético, es más, diría insultante, es como estos jefecillos de tres al cuarto, lamelibranquios de sus amiguetes a los que les deben las habichuelas, se envalentonan y sacan pecho para exigir a los miembros (pisoteados y ninguneados) de la organización que deben de sacrificarse y esforzarse por el bien común de la misma, cuando ellos han sido puestos a dedo para calentar una buena poltrona en la cual no disminuyen ni un ápice el nivel fastuoso de vida que llevan.
Los líderes dan ejemplo a sus subordinados, pero el ejemplo bueno, no como los actuales dirigentes, jefecillos y directivos que, justamente, dan el mal ejemplo.
Y todo lo que he dicho si lo queréis extrapolar a la ciudadanía y a la casta política gobernante ya es cosa vuestra, ya que el parecido creo yo que será una mera coincidencia (sarcasmo!!!).