El domingo por la noche, Junqueras, Turull y Romeva hicieron públicos los resultados: de los 2.262.424 votos emitidos, 2.020.144, el 90%, querían una República catalana independiente. 58% de los catalanes no votó, según cifras de la misma Generalitat. Una amplia proporción de votantes avaló la secesión, pero representaban sólo el 37,8% del supuesto censo y menos de 27% de la población. Pese a lo insólito de una votación, sin las imprescindibles garantías y con los inconvenientes de las fuerzas de orden que se aplicaron a fondo, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció que, en los próximos días, “trasladarían” al Parlament los resultados para que, si el 'sí' es mayoritario, aplicase el procedimiento previsto en la ley del referéndum, proclamando la independencia. Y anunció que el Estado español “ha escrito una página vergonzosa en su relación con Catalunya. No es la primera”, pero “hoy esto ya se ha acabado”.
Las relaciones entre La Guardia Civil y la Policía Nacional con los Mossos d’Esquadra durante las horas de ese 1-O fueron especialmente complicadas, con un exceso de violencia por parte de los primeros y escenas de celos entre unos y otros, llegando a darse empujones o a provocar actuaciones violentas durante las intervenciones del instituto armado que intentaba cerrar a toda costa los locales designados como centros de votación del referéndum y llevarse los “atrevidos” votos emitidos y las “peligrosas” urnas que los guardaban. Fueron escenas de tensión, que se difundieron por las redes sociales, y se produjeron en varios puntos de Cataluña, como Castellgalí (Barcelona) o Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), donde agentes de la Guardia Civil se abrieron paso con violencia entre decenas de concentrados indefensos que resistían sin más armas que las papeletas frente a los colegios electorales. De esta forma, la Guardia Civil y la Policía Armada cerraron 92 colegios electores y los Mossos d’Esquadra unos 319, de los 2.200 locales identificados por la Generalitat. En concreto, los agentes de la Policía Nacional clausuraron 46 colegios (27 en Barcelona, 6 en Tarragona, 6 en Gerona y 7 en Lérida) y los agentes de la Guardia Civil otros 46 (14 en Barcelona, 12 en Tarragona, 8 en Gerona y 12 en Lérida), según los datos de Interior. “Los agentes se vieron acosados, hostigados e incluso agredidos en numerosas ocasiones”, dice un comunicado enviado por el Ministerio del Interior. Entre las personas heridas contabilizadas por la Generalitat, 9 eran policías nacionales y 3 guardias civiles. Del resto de civiles damnificados, ni una palabra.
En el colegio de Taiala, de Girona, tuvo lugar una confrontación directa entre la Guardia Civil y los Mossos d´Esquadra. Fue un tenso momento que sirvió como metáfora de la diferencia ideológica entre el comportamiento de ambos cuerpos de seguridad. La tensión que se estuvo viviendo en toda Cataluña durante esta jornada fue palpable en cientos de puntos de la geografía catalana. Durante todo el día, hubo enfrentamientos entre votantes y Guardia Civil; sin embargo, en Girona, se cruzó la línea de la lógica y el conflicto entre Mossos y Civiles. Otro punto de máxima tensión fue el vivido en un colegio electoral de Gavá donde un agente de la Guardia Civil empujó a un Mosso mientras un numeroso grupo de ciudadanos se habían reunido para evitar el acceso de la policía. La Guardia Civil salió al paso de las imágenes a través de un tuit en el que se condenaba el comportamiento de la policía autonómica catalana. “Algunos –decía– parecen no tenerlo nada claro. Vergonzoso”. Además del choque entre Guardia Civil y Mossos d´Esquadra, bomberos y Policía Nacional llegaron a las manos después de que los primeros se colocaran delante de un grupo de votantes que intentaban evitar que los agentes de seguridad entraran en un colegio electoral. Los bomberos de la Generalitat fue un gremio muy activo en la defensa del derecho a decidir y a favor de la celebración del referéndum.
Los medios internacionales se hicieron inmediatamente eco del referéndum del 1-O celebrado este domingo en Catalunya. Estados Unidos fue uno de los países que más ampliamente trató la votación en sus ediciones digitales. En la portada de su web, The New York Times optó por destacar una opinión en este título: “La lucha en Catalunya, signifique lo que signifique”. Por su parte, The Wall Street Journal también optó por relatar la creciente tensión en Catalunya por acudir a los centros de votación. Lo mismo hizo The Washington Post, que destacó con imágenes la posición de padres e hijos, que decidieron dormir en las escuelas para luego votar el 1-O. La agencia estadounidense Bloomberg destacó como pieza principal la votación de este domingo e informó sobre la incertidumbre que sobrevuela la situación catalana en España y Europa.
Francia, vecina del conflicto español, intensificó la cobertura del referéndum catalán, más de lo que nos tenía acostumbrados. En su portada, Le Monde destacó un análisis de cómo se había llegado hasta aquí en Catalunya. Le Figaro explicó los “altos riesgos” que pueden desencadenar si se llevan a cabo las votaciones del domingo. Del mismo modo, el Reino Unido trató con delicadeza el tema. Bien arriba de su edición digital, el inglés The Guardian señaló la creciente tensión en Catalunya conforme pasaban las horas del referéndum. En Escocia, varios diarios se posicionaron a favor del referéndum. En la edición sábado, The National deseó a los catalanes “mucha suerte”. Y, en su edición digital del domingo, aseguró que “El referéndum catalán no es cuestión de independencia, es cuestión de democracia”. El italiano La Repubblica destaca como pieza principal en su edición impresa las actividades de la Guardia Civil para impedir la votación de este domingo. La Stampa, en cambio, decide recoger declaraciones en el mundo del deporte, donde destacan las palabras de Guardiola, asegurando que “El referéndum es legal. Yo he votado”. En cuanto a la prensa alemana, gran parte destaca la importancia de la unión de España. El alemán Süddeutsche Zeitung subraya que los separatistas están “buscando una foto para el mundo”. Por su parte, The Bild asegura que “El gobierno bloquea el sistema de conteo”. En Asia, destaca el South China Morning Post, diario que recoge y hacía un amplio análisis sobre los referendums de Kurdistán y Catalunya en su sección de internacional.
Ada Colau pide la dimisión de Rajoy: “Ha traspasado todas las líneas rojas, es un cobarde”.