Rajoy se niega a reducir drásticamente el tamaño de un Estado que nos está arruinando y que no para de pedir dinero prestado para financiar sus excesos y privilegios. Esa política es irresponsable y criminal, aunque legal, por desgracia.
El poder político en España está en manos de una banda descontrolada de despilfarradores que ha renunciado a reducir el gasto de las administraciones y que no cesa de pedir dinero prestado. La insensatez de la casta política española nos lleva al precipicio y nadie parece dispuesto a pararle los pies a este jauría de dementes. Ya somos deudores sin libertad y también lo son nuestros hijos y nietos, por muchas generaciones, hasta que paguen lo que deben con sacrificios y privaciones. España está siendo asesinada por sus políticos. ¿Cuánto tardaremos en comprender que España está en manos de gente irresponsable, aprovechada, despilfarradora, injusta y sin altura, prudencia ni ética?