(Constitución Española, artículo 16.3)
Nos hemos llenado siempre la boca diciendo que España es una Estado aconfesional, pero esto es una percepción equivocada y otra de las engañifas de la Constitución de 1978. España sigue siendo tan católica como durante el franquismo. La diferencia es que ahora, aparentemente, la religión no forma parte del Estado. Y repito, esto solo es una apariencia.Nos gobiernan una panda de fundamentalistas. No, estos no van con armas automáticas, ni se dejan largas barbas, ni cubren a las mujeres con burka. Tampoco se niegan a viajar al lado de mujeres en los aviones, como los judíos más ortodoxos. Estos son peores porque bajo su apariencia democrática se camuflan y se hacen pasar por hombres (y mujeres) modernos. El Gobierno de Rajoy es el mejor ejemplo de nacionalcatolicismo camuflado. En realidad, el PP entero es un ejemplo, con hombres de misa diaria y rezos diarios pero a los que no les importa quienes mueran por sus acciones políticas (eso cuando directamente no se dedican a trasgredir las leyes morales que dicen acatar con sus creencias religiosas).El último ejemplo de ese nacionalcatolicismo camuflado en el que vivimos inmersos ha sido la inclusión de la asignatura de religión como evaluable. No solo eso, el currículum publicado en el BOE es para alucinar.
Me llama especialmente la atención eso de que no podemos ser felices por nosotros mismos, si no que necesitamos a Dios para eso.Los alumnos, además, rezarán más en clase y se introducen "enseñanzas" como la del creacionismo.
España no es un Estado laico, eso ya lo sabemos. Pero tampoco es un Estado aconfesional, como se empeñan en hacernos creer. Las altas jerarquías eclesiásticas siguen dominando los resortes del estado y lo que es más preocupante, la Educación, Todo sea con tal de manipular las mentes de los futuros ciudadanos de este país.