Otro aspecto que serviría para medir el alto grado de inserción de la democracia española en el mundo lo refleja la participación de España en todos los organismos internacionales, entre ellos: ONU, FMI, OCDE, Unesco, Banco Mundial, FAO, OIT, OMS, OMTurismo, PNUD, PNUMA, UEO, UNICEF, OMC, ACNUR, PMA, FNUAP, FIDA, además de las relaciones bilaterales diplomáticas establecidas con casi todos los estados del mundo entre los que destacan los del Caribe y Centro América y los de América del Sur, relacionada con SICA, CARICOM y MERCOSUR, además con apoyo a Organizaciones Regionales de África y Asia como CEDEAO, UA y NEPAD.
Así mismo serían de consideración los múltiples tratados internacionales y convenios suscritos por España en los que participa: Agenda 2030, Alianza Atlántica, OTAN, Consejo de Europa, Derechos Humanos, Desarme y No Proliferación, G-20 y OCDE, OSCE, Las Academías de la Lengua. Podría servir de ayuda la ‘Guía de tratados bilaterales con organizaciones internacionales’, editada por el Ministerio de Asuntos Exteriores en donde se recogen entre 50 o 60 tratados firmados, denominación y fechas. La ‘Guía de tratados bilaterales con estados’ editada así mismo por el Ministerio de Asuntos Exteriores, también sería de ayuda para el fin que nos ocupa de revisar nuestra inserción internacional. A la documentación anterior se podría incorporar las guías de ONG que operan en España, muchas de las cuales tienen vínculos exteriores en múltiples trabajos de cooperación financiados por España. A continuación, países en los que España desarrollada trabajos de cooperación: Centro América y Caribe, Costa Rica, Cuba, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Rep. Dominicana, El Salvador; en el Cono Sur cooperamos con Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela; En el Norte de África y Oriente Medio cooperamos con Egipto, Jordania, Marruecos, Mauritania, Palestina, Saharauis y Túnez; en el África Occidental lo hacemos con Mali, Níger, Senegal, y Cabo Verde; en África Central, Oriental y Austral con Etiopía, Guinea Ecuatorial y Mozambique; y en Asia cooperamos con Filipinas y Vietnam. Los Planes Directores de Cooperación Española y el Multilateral amplían información sobre el asunto y los 37 países en donde cooperamos.
Respecto a la inversión extranjera radicada en España, que es uno de los factores medible relacionado con nuestra inserción internacional, muestra más allá de pamplinas infantiles, el interés y confianza de los inversores internacionales en la sociedad española, unas pinceladas previas nos pueden dar una visión flash de nuestra inserción en el franquismo y en la democracia. En 1958 hubo un flujo de inversión extranjera de 12 millones de dólares, anteriormente en la autarquía, no había, creció en los primeros años 70 hasta unos 200/400 millones de dólares por año. En 1980 el flujo anual ya fue de 1.500 millones de dólares. En ese año de 1980 el stock acumulado de inversión extranjera era de unos 5.000 millones de dólares, que aumentaron en 1990 hasta 66.000 millones y en 2002 doblaron hasta llegar a 156.000 millones de dólares. En 2012, en plena crisis, los stocks acumulados de inversión exterior superaban la cifra de 634.000 millones de dólares. A pesar de la crisis económica de 2008, que trastocó toda la estructura económica, social, institucional y política, las grandes cifras en múltiples aspectos, mantienen una tendencia de amplísima inserción internacional. De acuerdo a los datos de la OCDE España cumulaba en 2018 un stock de inversión extranjera de 660.000 millones de dólares, estando entre los diez países del mundo con mayor recepción de inversión exterior, los extranjeros tienen un grado de confianza alto en España y por ello invierten pensando en rentabilizar su dinero, esto forma parte de la relación España-mundo. Una de las referencias sobre la inversión extranjera es la consultora SIfdi: http://sifdi.com/blog/IED-Espana-2018.html, en su informe sobre 2018, publicado en marzo 2019, dice que España se encuentra entre los principales receptores de inversión extranjera y entre los países del mundo con mayor inversión española en el extranjero, en ambos casos ocupa el puesto 13º del ranking mundial, en cuanto al stock. -En otros informes España aparece en el 8º lugar, como receptor de flujos de inversión extranjera, en todo caso para la cuestión que nos ocupa está claro que tanto en flujos anuales como en stock acumulado, España se encuentra entre los primeros países del mundo y ello sin ser productor de materias primas-. Los flujos recibidos en 2018 alcanzaron el máximo histórico. Destaca el hecho de que dicha inversión muestra la confianza duradera de los inversores en España.
Abunda en la idea sobre amplia confianza hacia España, el informe de Kearney, Foreign Direct Investment (FDI). Ellos le definen así: El índice de confianza de IED de Kearney es una encuesta anual de ejecutivos de negocios globales que clasifica los mercados que probablemente atraerán la mayor inversión en los próximos tres años… define la Inversión extranjera directa, como la inversión de capital en una compañía a largo plazo. En el informe que publica Kearney en 2019, sobre los países que suscitan mayor confianza de los inversores extranjeros para invertir en ellos, España figura en el puesto nº 11. Algo bastante alejado de aquel franquismo al que hacen referencia continuamente algunos autores.
Una imagen puede ser expresiva de la Inserción internacional de la España democrática, que nunca siguió las enseñanzas de Franco, afortunadamente, se trataría de mirar las empresas extranjeras instaladas operando en España, en datos de Deloitte para 2011: Un total de 12.500 empresas extranjeras operaban en España, -ocupando 1.5 millones de empleos- de las cuales 1.440 alemanas, 1.320 francesas, 1.015 norteamericanas, 777 británicas, 702 italianas.
La posición inversora de España en el exterior, capital español invertido en otros países, acumulado en stock, supone una cifra de cuatro billones trescientos mil millones de euros, 4.300.000 millones, cuatro veces el PIB anual español.
El comercio exterior es otro aspecto utilizado habitualmente para medir la inserción, la relación internacional, relaciones con el resto del mundo. Las exportaciones españolas al exterior fueron en 2018, de 286.000 millones de euros, lo que representa un 24% del PIB. Las importaciones representaron una cifra similar, 25 % del PIB. Es decir, aproximadamente un 50% del PIB español está internacionalizado.
Podemos ver el crecimiento exportador en el tiempo, por tanto, un aspecto del grado de inserción internacional de España aumentando desde el franquismo. Redondeando los porcentajes para facilitar su lectura, tendríamos que entre 1960 y 1965, pleno franquismo, las exportaciones españolas al exterior representaban anualmente alrededor del 5% del PIB. Entre 1970 y 1975 las exportaciones cada año suponían entre un 5% y un 7% del PIB. Entre 1981 y 1988 se movían anualmente entre el 9% y 11%. Entre el año 1991 y 1998 representaban cada año en torno al 11% y 18%. Si tomamos los años post crisis, entre 2011 y 2018, cada año las exportaciones representaron cifras entre el 20% y 25% del PIB, cinco veces mayores que en la década de los sesenta.