Para esos momentos Rajoy prometía a los Indignados luchar contra la “desesperanza”, su amigo Alberto Gallardón (Alcalde de Madrid) exculpaba al sistema capitalista y Esperanza Aguirre, en junio, tachaba a los Indignados de totalitarios y despreciadores de la democracia.
Las elecciones municipales del 22 de mayo resultaron lo que todos esperaban, el PSOE fracasó y el PP pintó de azul el mapa español. La desesperanza de la que hablaba Rajoy logró lo que muchos pensaban no sucedería; el Ministerio del Interior español facilitó la comparación de los resultados en relación a 2007 y todos conocimos que la participación creció un 0.88%, los votantes también lo hicieron en un 2.26%, la abstención cayó en idéntico porcentaje que los votantes aunque los votos nulos y en blanco crecieron.
El PP disfrutó de haber logrado un superávit de 557.956 mil votos en comparación a 2007 (8.474.031 vs 7.916.075) y el PSOE se hundía perdiendo 1.484.778 millones de votos (6.276.087 vs 7.760.865).
Para el lector atento, un análisis de estos resultados señalaba que, con todo, la confianza depositada en los dos grandes partidos había sufrido un quiebre que, no obstante distaba de unos 3 años para que fuera reconocido por todas las fuerzas políticas españolas.
En junio se celebró el Debate del Estado de la nación donde Rajoy dio datos para comparar el paro de 2010, con 4.6 millones de personas desempleadas, y el de ese instante, 4.9 millones, lo que calificó de “máximo histórico”, hizo lo mismo con la tasa de paro juvenil que en 2010 fue del 42% y en 2011 era del 45.4%, calificándolo igualmente como otro “máximo histórico”.
Rajoy continuó dando pruebas asegurando que la deuda pública superaría el 67% del PIB, que los hogares con todos sus miembros en el paro superaba el 1.3 millones y, que no valía escudarse en la crisis internacional porque el paro en Alemania bajaba en unas 500 mil personas y en España subía en 300 mil.
Muy pronto los que presentían que todo cambiaría tuvieron que asumir que el marketing mundial no se diseñaba en España y que los incompetentes del PSOE tenían una ascendencia que también padecerían los líderes del PP: el BCE, Alemania y el FMI eran los magos de las reglas a seguir y, junto a ellos el Consejo de Estabilidad Financiera, otro de los redactores que controlaban los quehaceres, identificaban y examinaban los problemas, para, tras ello, hacer sus “recomendaciones” internacionales a los líderes nacionales.
Los indignados que gritaron que España tenía una deuda pública impagable y que podía llegar al 100% de su PIB, no estaban lejos de equivocarse, en el segundo trimestre de 2015 llegó al 97.70%, el paro, al 28 de julio de 2015, a 5.149.000, los hogares con todos sus miembros en paro, también al 28/07/015, llegó a 1.657.500 y la tasa de paro juvenil al 49.21%. participa@latinpress.es Colaboración especial para LatinPress®. http://www.latinpress.es