Sí, ya sólo faltaba que nos insultaran. Ahora nos dicen que somos los más protegidos. ¡Qué barbaridad! Si no fuera porque conozco el paño de los que lo dicen, me hubiera entristecido, pero me enfurece. No, ellos son así, para los peperos sólo se hacen viejos los otros, los que no son ellos ni su familia, los que no son sus amigos, los que no roban. Los que tienen que morirse para que el Estado no quiebre, los que han sido engañados con preferentes, los que han tenido la ‘poca solidaridad’ de sobrevivir con tantos años, los que no pueden ni quieren trabajar hasta los ochenta años, los que de forma ilusa pretenden que sea el Estado quien les devuelva, en forma de pensión, parte de lo que han cotizado. Ellos nunca se hacen viejos.
Y es que efectivamente, éste no es un país para viejos. Y lo digo y lo reitero porque es una verdad constatable con datos. Hoy España paga pensiones mucho más bajas que las de otros países, porque la parte que se dedica a las pensiones del presupuesto nacional, apenas supera el 10%, cuando en otros países homologables pasa del 14%.
Y es que además nos toman el pelo. Nos están revalorizando el 0,25% de nuestra pensión y sin embargo dicen que nos protegen más que a nadie. Con su política económica han dejado en la sombra y sin futuro a nuestros hijos y nietos, a los que hemos tenido que ayudar, y sin embargo nos llaman privilegiados. Y nos han clavado un copago farmacéutico que nos merma más todavía la pensión.
Este PP (partido podrido) que no hace sino vejar a los más débiles debe encontrarnos unidos y preparados para dar la batalla. Ayer fue el principio, miles de jubilados nos reunimos en más de ochenta ciudades para decir que no nos tomen el pelo, que tenemos derecho a una pensión digna, nosotros y los nuestros que vienen.
Ayer, en una ciudad pequeña, donde me encuentro, nos concentramos unos pocos viejos. Menos de los que hubiera deseado. Hacía fresco y un viento fuerte, pero allí estábamos para decir a estos peperos que basta, que no nos vacilen.
Allí estaba mi amigo Pepe, que me dijo: “esto no sirve para nada”. Eso justo es lo que piensan muchos de los que no vinieron, pero sirve, claro que sirve. Servirá más el día que todos los viejos ‘desechables’ nos movilicemos, porque esto va a ir en aumento. Pero hoy sirve, claro que sirve. Escuchar la radio o la televisión, leer diarios hoy es un placer, dan un tratamiento positivo y están sirviendo de altavoz. De hecho parece que algunos ya están nerviosos en Génova, y piensan que se les puede ir parte de ese voto cautivo, que parecen tener con los mayores.
Claro que sirve, Pepe, si los que ayer se reunieron en distintas plazas dejaran de votar al PP, a pesar de esta miserable ley que les ayuda, se habrían dejado algún escaño. Y lo más importante, no podemos dejar que nos manejen, que nos insulten, que nos ninguneen, cuando todos sabemos cómo se ha beneficiado a bancos, se ha bajado impuestos a las grandes empresas, se siguen practicando puertas giratorias y beneficios de jubilación a los políticos electos. Que al menos sepan que somos muchos los que no queremos dejarnos pisar y deseamos defender nuestra dignidad como viejos.
Todos nosotros recordamos cómo pasamos nuestra niñez y juventud (y más nuestros padres). Tiempos de sacrificio, tiempos de trabajo duros, tiempos muy difíciles donde nuestros padres, y luego nosotros tuvimos que pasar penalidades y cambiar pan por silencio, trabajo por odio y en algunos casos sumisión por cárcel y muerte. Y posteriormente, ayudamos a salir de la dictadura con nuestras aportaciones y grandes sacrificios, dejándonos la piel.
Que no nos vengan con cuentos ahora. Se puede y se debe. Es una cuestión ética y política. Que no me llamen demagogo, pero si estamos en crisis: ¿Por qué mantenemos unos incrementos enormes en los gastos de defensa contra no se sabe quién? ¿Por qué se permite que las grandes empresas paguen un 5% de impuestos cuando nosotros pagamos un 20% (por cierto, otra gran injusticia, ya hemos pagado todos nuestros impuestos cuando hemos trabajado, ¿Por qué debemos cotizar otra vez sobre un dinero por el que ya cotizamos en su momento?), ¿Por qué se ha hecho una amnistía fiscal para que los ricos paguen menos y sigue habiendo más de un 20% de economía sumergida? ¿Por qué no se reúne el pacto de Toledo y busca una solución (IU y luego UP lo llevan solicitando desde hace cuatro años)? Nuestro problema se lo pasan por el arco del triunfo.
No, estos peperos, sólo reaccionan ante una cosa: los resultados electorales, y eso está en nuestras manos. Los jubilados no pueden ser por más tiempo ese calado de votos que hace ganar al PP las elecciones. Tienen que pagar sus insultos, su ninguneo, su inacción, su perjuicio. Hay que seguir pidiendo algo a lo que tenemos derecho. Una pensión justa para nosotros y los que vienen. ¡Que lo paguen!
Salud y República