España, país de los observatorios de mucho hablar y poco hacer

Por Joseldelcampo
19 febrero, 2016 jose luis No comments

Hablar de ‘aprender de los errores’ es algo de lo más habitual. El caso es querer o saber hacerlo. Que se quiera, puede que hasta me lo crea ahora, que se sepa, es algo que ya tengo serias dudas de que el management y los directivos de este país sepan de verdad hacerlo.

Si ya en la década pasada se comprobó el bajo (por no decir nulo) nivel de previsión de los directivos o líderes empresariales de este país ante la crisis que se aproximaba, y que sigue aquí más viva y real que nunca, la cosa me da que no ha servido de escarmiento y que seguimos por los mismos derroteros.

Cada vez que en España hay un problema de calado,¡¡ala!! ¡¡a montar un observatorio!! Así, a bote pronto, hay observatorios de prácticamente todo, desde evaluar los niveles educativos de los niños en el cole, pasando por el de si respetan las leyes de la competencia, hasta un observatorio de violencia de género.

No seré el que diga que alguno de estos observatorios no cumple su funcionalidad originaria pero, tristemente, la mayoría no valen para nada, perdón, si que valen para algo, para meter dinero público y colocar a 4 amiguetes a ‘chupar del bote’.

Hemos abierto en este país observatorios por prácticamente todo. A inicios de la década pasada se abrió un observatorio sobre el buen uso de los fondos europeos para la formación de los desempleados. Funcionó años, de forma paralela a las múltiples tramas que había en toda España de timos formativos y apropiación indebida de dinero público europeo. ¿Hizo algo? Pues como que no.

Se abrió un observatorio para analizar las causas de las bajas calificaciones de los alumnos frente a otros sistemas educativos (os suena PISA me imagino). Tras unos años, los resultados de los alumnos fueron a peor, hasta que se sacó de la manga una ‘ley infumable como la LOMCE’ que es contraria a toda racionalidad conocida en el mundo en muchos aspectos.

Mi pregunta seriamente es, ¿a quién ‘narices’ ponen en esos observatorios? ¿A algunos de los más de sesenta asesores sin graduado escolar que tiene Rajoy o que antes tuvo Zapatero? ¿Qué hacen o dejan de hacer? ¿Qué cometido deberían de hacer, por qué igual no lo tienen claro aun?

Los observatorios para analizar lo ocurrido son los más habituales en España. Ojo, que en ocasiones, esta tarea no es nada fácil, pero viendo el resultado final, se me muestra posible encontrar los motivos para llegar a una determinada situación. Pero lo que casi no he visto en mi vida en este país, y ya peino canas desde hace tiempo, son muchos observatorios que, tras analizar las causas de algo, propongan medidas efectivas para que no se repitan las cosas inadecuadas en el futuro.

No hay que gastarse un dineral en este país para saber que uno de los principales problemas crónicos que tenemos es la baja productividad: cobrábamos mucho para lo poco que trabajábamos, y me refiero a los directivos y no a los ‘currantes de a pié’. ¿Alguien no veía que iba a explotar la burbuja inmobiliaria y que nos quedaríamos con 3 millones de desempleados sin formación que trabajaban en ese sector? ¿Para que montar un observatorio con cargo al dinero público cuando ya ocurrió todo si se veía venir de lejos. ¡¡Ahhh, que el observatorio lo dirige un amiguete!!  Entonces vale.

No hemos aprendido nada de nada y, lo que más me preocupa es que, con una crisis como la actual, si no hemos aprendido de errores pasados, no se a que tendremos que esperar. Los problemas que había antes de montar los diferentes observatorios, continúan siendo los mismos, con lo cual o no valen para nada (solo para mirar el pasado y no emplearla información para el futuro) o quienes los dirigen no valen para nada, con lo que estamos ante una de las situaciones que se han vivido en España en décadas: o bien despilfarro de dinero público o bien poner en cargos directivos y de liderazgo a personas incapaces. Ambas situaciones son las que nos llevaron en gran medida a una mayor crisis en este país frente a otros.