España: pensiones en riesgo, “la renovada y silenciosa invasión” inspirada en el “moro Muza”

Publicado el 23 diciembre 2017 por Solitarios Invisibles @belzinvisible

" Cómo se le puede decir a alguien que cotizó toda su vida a la Seguridad Social, que su pensión está en riesgo, pero que hay de sobra para dar 500 euros a cada inmigrante magrebí o subsajariano que salta la valla con desgarradora concertina fronteriza, o deja su huella en la arena de cualquier playa".

Así reza una llamada de atención que corre por las redes sociales, advirtiendo del dispendió que se hace a modo de premio a aquellos que irregularmente llegan a la España de los mandiles bienhechores y de los inadmisibles recortes sociales que sufre.

El ojo de la discordia y la desaprobación viene al contemplar como la comunidad marroquí sabe cómo actuar y solicitar ayudas a su llegada allí donde saben que son susceptibles de conseguirlas, a modo de provecho oportunista que no llega a más responsabilidad que las de recibirlas puntualmente, cuál "moro Muza" que poco entendió lo que no quería.,

Y si Vds. no saben quien fue el "moro Muza", nosotros les comentaremos que no hace muchos años, todavía se consideraba al personaje de leyenda como una expresión utilizada por los padres para achacarles a sus hijos sobre su desentender a propósito de algunos deberes escolares y domésticos.

El "moro Muza" existió y tuvo un papel muy decisivo en la historia de España, hasta tal punto perdura su influencia que la península ibérica se convierte en uno de los destinos más deseados por los islamistas, al recordar que fué él quien a mediados del siglo VIII sentó las bases para dominar el territorio hispano durante ocho siglos. En el linaje del célebre "moro Muza" hay que señalar que era de raza árabe (yemení), y que nada tenía que ver con las hóstiles tribus bereberes del norte de África (Marruecos) a las que con sagacidad dominaba, condición que le predispuso para ser único representante de los Omeya en la zona mediterránea.

Muza cruzo el estrecho de Gibraltar a principios del 711, derrotando a Don Rodrigo en la batalla del río Guadalete, conquistando Toledo como la capital visigoda predominante, llegando un año más tarde a apoderarse de los más resistentes enclaves que cayeron uno a uno frente a las huestes musulmanas.

Finalmente el "moro Muza" quiso aprovecharse de la lejanía de sus mandatarios, lo que motivó que volviese a Damasco a rendir cuentas de los botines obtenidos en España, bajo sospecha de ambición desmesurada que se sentenció a muerte. Una desgracia que obtuvo clemencia al ser conmutada la mortal pena, muriendo años más tarde en la más completa indigencia.

Al parecer, por cuestión de "añoranza", ADN mezclado o genética invasora, o por el simple contagio dominador de recobrar lo que pensaron les fue arrebatado indebidamente cuando creían tener derecho de propiedad, los marroquíes han decidido volver a visitarnos desde hace muchos años, y después de besar suelo ibérico, quedarse y empadronarse en fase de disimulada experimentación en la Catalunya "desprendida" y benefactora como primera medida de su premeditada reconquista, consiguiendo recibir 600 € por persona por parte de los fondos públicos de comunidad autonómica, llegando a la conclusión de la transparencia elemental que el 80% de la comunidad magrebí vive de las ayudas sociales, incluyendo aquellos que incluso no residen en España, que reciben puntualmente su "pensión", aproximadamente unos 7000 perceptores según consulta expresa a las notas del periodista Cesar Vidal.

Desde el año 2000 más de 200.000 marroquíes se nacionalizaron españoles, después de residir 10 años en España. De 2005 a 2014 fueron 253.459 los ecuatorianos, que únicamente requieren de dos años de presencia obligatoria, también optaron por afiliarse y obtener su pasaporte ibérico, lo que anotamos como una apreciación diferenciadora e incuestionablemente favorable con respecto a los que proceden del Magreb, siempre sin añadir la ristra de ciudadanos de otros países de Sudamérica que por debajo de esas cifras también solicitan idénticos provilegios, excluyendo a los que por derecho de pertenecer a la Unión Europea no tienen ninguna dificultad añadida a residir y circular libremente por el espacio Schengen, que es el área comprendida entre los 26 países que permiten el tránsito entre las fronteras comunes.

Más de 800.000 marroquíes residen en España, descartando cada año de esa cifra los que se nacionalizan españoles, lo que quiere decir que dejan de ser considerados extranjeros para la legislación española.

Según las estadísticas oficiales de Eurostat, los marroquíes son el primer colectivo en acceder a nacionalidades europeas, gracias a la atracción que para ellos tienen por el asentamiento de familiares en España, Francia, Italia, Holanda y Bélgica, donde ocupan el primer lugar de peticiones de ayuda y posterior nacionalización.

Se ha llegado a la consumación de la tolerancia presupuestaria que no admite dilación alguna en corregir errores que claman a la reflexión, producidos por una invasión silenciosa que representa el 13% de la población española a añadir los muchos inmigrantes que han conseguido su regularización documental, por lo que serán considerados foráneos y otros nacionalizados, con pleno derecho, igual al de un español, y eso sumaría alrededor del 24% de este númerosísimo ingente de residentes.

Se alaba en el mundo entero la calidad del servicio sanitario español, lo que no pasa desapercibido para una inmigración que ante un sistema gratuíto y eficaz, lo abusa en demasía afectando las urgencías reales, provocando a la vez el aumento de las tan distantes listas de espera, a pesar de haber intentado ponerle coto a la proliferación de afectados por enfermedad o heridas de cualquier clase, que han logrado transgredir el cumplimiento de la ordenanza que desde 2012 intentaba impedir tal desatino clínico, y ni muchos menos en la que no tiene regulación y cuidadoso derecho de amparo como son los casos de embarazo, parto y postparto, cuidando de menores evitándoles cualquier rechazo, disfrutando del esfuerzo de la asistencia social que vela por denunciar la violencia machista, destacando que nos causa una gran alarma al comprobar que la inmigración utiliza pocos medios anticonceptivos para evitar su prolífica reproducción, quizás en aras de ocupar, a lo mejor, algún día no tan lejano, el espacio que creen les fue arrebatado por no saberlo bien guardar el tristemente inteligente y despiadado " Muza ", un árabe que no era moro al que seguro muchos desean "reencarnar".