Entre los catalanes que no éramos independentistas cada vez somos más los que pasamos a desear la independencia por culpa de las barbaridades que se hacen y dicen en Madrid. La principal razón para ello es que España está pasando de corrupta en todos los ámbitos a absolutamente podrida.
Anteayer viernes diecinueve de mayo del año 2018 me enteré de la noticia que certifica la profunda podredumbre del país. El juez Fernando Andreu, el mismo que rechazó enviar a Rato a prisión por el caso Bankia, rechazó imputar a directivos que usaban tarjetas black y pidió detención por quemar la foto del Rey, después de cinco años de instrucción ha archivado el caso penal contra la cúpula de Caja Madrid por las preferentes porque no hay evidencia de que pretendiesen engañar al inversor.
La imagen que he montado en mi mente es la orden a un juez obediente para que inicie una instrucción sobre un tema que afecta a varios miembros de la mafia que gobierna el país, alargándola al menos cinco años porque de esta forma los pocos españoles que leen los periódicos lo recordarán vagamente y estarán calladitos cuando se archive sin más. Adjunto foto del juez obediente, que con los documentos que firma no me extraña que tenga la mano derecha vendada.
Se tiene que ser infinitamente deshonesto para afirmar que no hay evidencia que se pretendiese engañar al inversor cuando, aparte la evidente responsabilidad de los gestores de la entidad, en el sistema financiero del país hay muy claros responsables que tienen por obligación asegurarse que no se estafe al inversor y no solo no lo evitaron sino que lo fomentaron al máximo.
Esta decisión judicial es la guinda que corona el inmenso pastel de la podredumbre de España, sobre todo después de lo que prácticamente ha sido el sobreseimiento de la estafa que supuso la salida de Bankia a bolsa, alargando hasta el infinito el procedimiento de una estafa que se produjo en julio 2011 y continua con una gran nebulosa y todos los responsables en su casa, en una estafa que, entre otras cosas, anunciaba unos beneficios de la entidad de 300 millones en el último balance anterior a la salida en bolsa, cuando en realidad tenía pérdidas superiores a 3.000 millones, y en la que lo único positivo ha sido la devolución de su inversión a algunos pequeños inversores que pasaron por un farragoso procedimiento, por un importe total inferior a 2.000 millones en una entidad que le ha costado alrededor de 25.000 millones al erario público.
Mientras tanto nueve políticos catalanes están en prisión y siete en el exilio por delitos inventados por los que no han sido juzgados y que de lo que hay ya total evidencia es que no existe la más mínima prueba de que los cometieran. Su sola desgracia es no ser miembros de la mafia que gobierna y que cualquier barbaridad cometida contra ellos da muchos votos a la mafia gobernante.
Por desgracia la mayor parte de la ciudadanía española seguirá con su ceguera total para ver las acciones de los mafiosos a los que votan para gobernar el país, siempre que estos den satisfacción a su odio contra los malditos catalanes, y lo harán a pesar de que son los mismos que han liquidado las energías alternativas para uso privado en España para facilitar la estafa de las eléctricas a los mismos tontitos que los votan.
Por cierto. ¿Alguien recuerda alguna acción o simple comentario sobre los muchos asuntos relacionados con Caja Madrid y Bankia emitido por el gran luchador contra la corrupción en España que se llama Alberto Rivera?. Por supuesto que no y como que opina como Rajoy en lo referente a energías alternativas y estafas eléctricas, y encima es el mayor catalanofobo del país los tontitos le votarán a mansalva.