Pero es cierto, te paras a pensar por todo lo que ha pasado este país y a tanto caradura que ha sufrido, y que sigue sufriendo, y aún nos mantenemos en pie. A pesar de la cantidad de políticos corruptos y ladrones que nos están robando a diario los parados y los jubilados todavía cobran a fin de mes, poco, pero aún cobran y todavía sobra, si sobra para que los gandules sigan robando. Y aún así España sigue en pie, todavía no nos estamos comiendo los unos a los otros.
Eso de comernos los unos a los otros no es ninguna exageración, es otra verdad, aquí hemos sufrido a ETA, a Roldán, a Felipe Gonzalez, a Carrillo, a La Pasionaria, y seguimos en pie, seguimos aguantando como jabatos. Hemos tenido a individuos como Rubalcaba y a tontolabas como Zapatero y les hemos conseguido sobrevivir. Estamos ahora sufriendo la traición de Mariano Rajoy y, oye, ya nos hemos comido casi la legislatura entera y seguimos aguantando a este presidente traidor y cobarde. ¿No es todo eso de ser un país grande? ¿No es todo eso para que se nos levante un monumento a todos los españoles?
Si, ya se que también hay mucho gilipollas, mucho imbécil, mucho pelota y mucho descerebrado, pero de momento y aunque hagan mucho más ruido, de momento, seguimos aguantando. Seguimos aguantando a parásitos como Mas y los separatistas catalanes sin pestañear, ellos tienen la suerte de que seamos españoles y que no haya sufrido todavía nadie lo que se llamaría vulgarmente “una manita de hostias”. ¿Y eso por qué? ¿Como aguantamos todo eso? Porque somos españoles y tenemos mucha más clase que todos ellos, porque somos mucho más inteligentes y no nos dejamos tomar el pelo. Queremos a nuestro país y a nuestras gentes porque sabemos que es uno de los mejores países para vivir. Todavía lo sigue siendo a pesar de todo. Quiero a mi país y en general me gusta su gente, excepto los gilipollas.
¡Viva España!
La cerveza buenísima.