Y es que según parece en aguas españolas cercanas a las Islas Canarias existen bolsas de petróleo que supondrían una producción de crudo de 1.200 millones de barriles y otros tanto de gas, que se concretaría en unos 120.000 millones de euros. Y ante esta situación han sido muchos los que se han mostrado contrarios a que se llevaran a cabo prospecciones, argumentando que estas podrían suponer una amenaza para el medio ambiente; manifestándose contra los sondeos la gran mayoría de la clase política canaria.
Algo que no se discute en ningún otro País, en España recibe contestación social, basándose en datos que no son reales y argumentando un peligro medioambiental que no es tal. Y ejemplos hay muchos. Primero porque muchos países que desarrollan unas políticas ejemplares de protección de la naturaleza explotan su riqueza petrolífera sin ningún tipo de complejo, como es el caso de Noruega y segundo porque en destinos turísticos de primer orden, como es el Caribe cuenta entre sus aguas con cientos de plataformas petrolíferas. Y no pasa nada.
Y además, si España no extrajera el petróleo y el gas de sus aguas territoriales, no tengan duda de que Marruecos sí lo haría en las suyas, a unos cientos de metros, con lo que el peligro sería el mismo.
Así las cosas, no comprendo a los que se niegan a que se busque petróleo en esas aguas, cuando sería una fuente de riqueza para todo el País y, sobre todo, para las Canarias. España seguirá siendo diferente.