Por eso, la industria turística se ha puesto las pilas y ha comenzado a crear campañas “para después de la pandemia”. No puede hacer campañas en contra del confinamiento (y mostrar lindos parajes a los que nadie puede ir), pero sí puede crear un posicionamiento de marca y una conexión emocional con los futuros viajeros.
Turespaña, el organismo oficial del turismo español, ha cogido esta idea y ha lanzado su campaña con el mismo mensaje. En la presentación, se amparaba en un estudio de Inturea y concluía que las marcas turísticas debían continuar haciendo marketing por dos motivos: porque el uso de redes sociales ha aumentado exponencialmente estos días y porque los consumidores sueñan con el día en que podrán salir de casa.
Una bella promesa que, sin inquietarnos, nos invita a soñar.