España torea a Francia

Por Josemanuelfidalgogomez @josmafidalgo

Hoy por hoy, España es mejor que Francia en todos los aspectos del juego y quedó demostrado sobre el bochornoso césped de Saint Denis con un 0 -1.

No puedo llegar a entender cómo para un partido de esta dimensión y repercusión, el terreno de juego de uno de los estadios más importantes del mundo tuviera esas condiciones tan paupérrimas. Pero, a pesar de los botes que daba el balón por la irregularidad incomprensible del terreno, nada fue obstáculo para que nuestra Selección mostrara su superioridad.

Eso sí, el paso de los minutos nos ponía nerviosos por no encontrar lo más preciado del fútbol, el gol.

Villa se perdía entre dos extraordinarios centrales de futuro como los galos. Los ataques volvían a morir sin profundidad ni amplitud, sin sorpresa para vencer la línea defensiva y sin, ni siquiera, ponerles nerviosos.

Con nuestra selección, todos los rivales intnetan atacar de al misma forma por lo que hay que tener muy preparados los planes A, B y todos los posibles para poder entrar en las telas de araña que nos tejen.

Necesitábamos, a mi modo de ver, otro delantero junto a Villa, que intercambiaran movimientos, desmarques y se asociaran esperando a la gente de segunda linea (Xavi, Iniesta y Pedro). Necesitábamos también mucha más movilidad de este trío para incorporarse y asociarse en metros finales así como, teniendo en cuenta que la misión francesa no era encajar gol, sino que nuestros laterales se convirtieran en extremos para hacer ancho el campo y encontrar vías de incursión.

Desde mi punto de vista, son éstas variables que nada tienen que ver con abandonar nuestra identidad ni nuestra filosofía de juego (hablo de posiciones y ubicaciones de jugadores y no de nombres, ya que todos los nuestros son buenos para cumplir estas expectativas).

Y sí eché en falta a Fernando Llorente (este futbolista tiene que volver a la Selección) cuando salió Jesús Navas (jugador más que cuajado y en la actualidad es de talla mundial en su posición). Una vez llegó nuestro gol, ya nadamos como pez en el agua (Iniesta en estos minutos estuvo sublime, reteniendo el balón en zonas donde había que hacerlo y acaparando juego para habilitar espacios a sus compañeros, demostrando que es de los mejores jugadores del mundo en la actualidad), ganando cuando y donde había que ganar, derribando un pesimismo desmesurado en vez de disfrutar todo lo que podamos con esta generación de futbolistas y de filosofía de fútbol.