España vista desde Suecia

Publicado el 09 enero 2014 por Elblogderamon @ramoncerda

Ayer hablaba de República Bananera. Esto sería otro ejemplo.

Lo que está ocurriendo en España parece ser fruto de un plan a largo plazo que empezó incluso antes de desatarse la crisis económica. Cambios legislativos continuos y represivos, multitud de nuevas prohibiciones, la mayoría de las cuales no tienen gran importancia vistas individualmente pero que cobran un cariz muy preocupante cuando las vemos en su conjunto, y la deleznable imagen que todo esto está dando de nosotros en el exterior. A continuación voy a destacar algunas frases de cómo es España vista desde Suecia.

Extractos de una carta abierta de Astrid Menasanch Tobieson:

«Les escribo porque quiero a muchas personas que se encuentran en España, que dentro de unos días emprenderá el camino desde una democracia abierta hacia una (pseudo) democracia fascista y autoritaria. Les escribo por lo sucedido en Kärrtorp, Estocolmo (en donde un grupo de choque fascista atacó a una manifestación pacifica anti-racista hace unos días) y lo que sucede ahora en España, lo veo como una misma cosa: el avance del fascismo y la indiferencia de la sociedad ante todo lo que sucede».

«El 20 de diciembre de 2013 el gobierno de España aprobará una ley cuya meta es acabar con las protestas y las manifestaciones. El método: conseguir el silencio a través del miedo».

« (…) en Madrid se organizó una de las 6000 manifestaciones que España ha visto el ultimo año (2013). Lo vuelvo a decir: una de seis mil. Los últimos dos años la red de protección social en España se ha desmantelado. Intento de privatizar los hospitales, el derecho laboral ha sido transformado desde la base, una gran cantidad de gente ha sido despedida de sus trabajos, muchas familias han sido desahuciadas de sus hogares, los teatros se han privatizado y en las escuelas la educación para la ciudadanía se ha suspendido. Este viernes (20 de diciembre) el gobierno además aprobó la nueva ley de (anti) aborto».

«Lo que se ha calificado como crisis económica es, ante todo, una crisis democrática en donde la represión ha sido y con la ayuda de la ley será, la principal herramienta para obstaculizar la libertad de expresión. La cobertura mediática en Suecia sobre la situación en España ha sido escasa y el análisis desde un punto de vista social ha sido inexistente. Como si lo uno no estuviera conectado con lo otro. Pero lo están. La manifestación este sábado pasado se convocó fuera del congreso de Madrid, con el propósito de protestar en contra una nueva propuesta de ley, La Ley de Seguridad Ciudadana. Esta ley contiene 55 artículos que toma represalias en contra del manifestante según una escala clara en donde un ciudadano será penalizado con multas de 100 a 600 000 euros por 55 actos diferentes. Una tercera parte se consideran como infracciones muy graves, la mitad graves y el resto se consideran como infracciones leves».

«…todas las manifestaciones no comunicadas delante del congreso u otro edificio estatal, como la que se convocó este sábado en Madrid, serán prohibidas y penalizadas con hasta 30 000 euros por participante. Esto se pondrá en practica cuando varias personas en un sitio se consideren como un grupo».

«La prohibición en contra de manifestaciones no comunicadas también se aplicará sobre las redes sociales. Juntarse como grupo en internet en torno a una opinión será sancionado con 30 000 euros. Convocar un grupo, en redes sociales o en otro lugar publico, en torno a símbolos y banderas será prohibido, 30 000 euros de multa. Si en una manifestación se participa encapuchado o con el rostro cubierto, 30 000 euros. Negarse a identificarse delante de un policía, 30 000 euros. Impedirle a un policía ejercer su cargo, 30 000 euros, lo cual en la práctica significa que las protestas sentadas como las que comenzaron el movimiento 15-M en España, serán estrictamente prohibidas. Deshonrar la bandera Española, 30 000 euros. Lo repito, 30 000 euros».

«Hacer un dibujo satírico, por ejemplo con un político como motivo, estará prohibido por falta de respeto. Usar pancartas con críticas escritas hacia la nación España, 30 000 mil euros. Filmar o fotografiar a un policía en servicio, 30 000 euros. Y como estos, muchos mas. En todos los casos será suficiente con el testimonio de un policía o agente de seguridad para multar al ciudadano, lo cual sucederá sin ningún proceso jurídico».

«¿A quienes se dirige la supuesta protección ciudadana que plantea la nueva ley?»

«No hace mucho tiempo que España fue una dictadura. No hace mucho tiempo una guerra civil. Todos los debates son políticos. Dar espacio a un suceso es un acto político. No hacerlo, no cubrirlo, es un acto político. El silencio es, en alto grado, un acto político. La decisión de mantenerse en silencio se queda en el cuerpo en las memorias en generaciones.   Esta ley neofascista que a partir del viernes será aprobada, no está desconectada del fascismo creciente en Suecia. Ni tampoco nosotros, como seres humanos, estamos desconectados el uno del otro».