Once países europeos (Alemania, Francia, España, Italia, Bélgica, Austria, Portugal, Eslovenia, Grecia, Estonia y Eslovaquia) respaldaron ayer en la reunión del Ecofin la implantación en Europa de una tasa a las transacciones financieras. Según la propuesta se plantea gravar con un 0,1% la operativa con acciones y bonos y con el 0,01% las operaciones con derivados, aunque también se habría discutido la posibilidad de implantarla gradualmente, excluyendo en una primera fase los derivados. La implantación de la tasa seguirá adelante, al haber obtenido el respaldo de más de 7 países. La Unión Europea tendrá que aprobar (mayoría cualificada) la propuesta de la Comisión Europea (de la que existe ya borrador), para lo que aún no hay fecha. Según las estimaciones iniciales de la Comisión Europea se pretenden recaudar 57.000 millones de euros al año (81.000 millones de euros en 2020), y en principio dos tercios de lo recaudado serían para el presupuesto Europeo y un tercio para cada uno de los países, aunque sobre este reparto aún no hay acuerdo. El efecto más inmediato es que la tasa reducirá las transacciones ( como está pasando en Francia ) y afectará a los volúmenes negociados, aunque la adopción en toda la UE evitaría el riesgo de deslocalización de las órdenes, ya que afectaría a todos los mercados por igual.
Once países europeos (Alemania, Francia, España, Italia, Bélgica, Austria, Portugal, Eslovenia, Grecia, Estonia y Eslovaquia) respaldaron ayer en la reunión del Ecofin la implantación en Europa de una tasa a las transacciones financieras. Según la propuesta se plantea gravar con un 0,1% la operativa con acciones y bonos y con el 0,01% las operaciones con derivados, aunque también se habría discutido la posibilidad de implantarla gradualmente, excluyendo en una primera fase los derivados. La implantación de la tasa seguirá adelante, al haber obtenido el respaldo de más de 7 países. La Unión Europea tendrá que aprobar (mayoría cualificada) la propuesta de la Comisión Europea (de la que existe ya borrador), para lo que aún no hay fecha. Según las estimaciones iniciales de la Comisión Europea se pretenden recaudar 57.000 millones de euros al año (81.000 millones de euros en 2020), y en principio dos tercios de lo recaudado serían para el presupuesto Europeo y un tercio para cada uno de los países, aunque sobre este reparto aún no hay acuerdo. El efecto más inmediato es que la tasa reducirá las transacciones ( como está pasando en Francia ) y afectará a los volúmenes negociados, aunque la adopción en toda la UE evitaría el riesgo de deslocalización de las órdenes, ya que afectaría a todos los mercados por igual.