Los violadores de la democracia española parecen hoy poderosos y atiborrados de poder, pero están muertos de miedo y son ya cadáveres políticos fracasados porque el "régimen" que construyeron sobre el engaño, haciendo pasar una dictadura de partidos por democracia, ya no aguanta mas y está siendo derruido por el desprecio y el rechazo ciudadano.
Los políticos no tienen idea del terremoto de indignación y rechazo que han provocado en la conciencia de los ciudadanos. Por fortuna, la gente no aguanta mas y ha decidido sacudirse el sucio y humillante dominio de la "casta". Aunque parezca increíble, la suerte está echada y se acerca el fin para esa manada de políticos sin alma que han convertido España en un país atribulado por la injusticia, el desempleo, la corrupción, la frustración política y la pobreza que avanza.
Hay muchos síntomas que demuestran la crisis de los políticos profesionales españoles. Se sienten inseguros, piden disculpas y ahora hasta dimiten. Por primera vez en muchos años reprimen su arrogancia, rinden cuentas y temen que los ciudadanos los rechacen. No lo hacen porque se hayan hecho demócratas, ni porque ahora sean virtuosos, sino porque temen que la Justicia, hasta ahora bajo control político, despierte, por miedo a que el pueblo los castigue en las urnas o para seguir gobernando.
Cualquier demócrata español que esté indignado por las fechorías de la casta debe tener paciencia, seguir rechazándolos y esperar no mas de cinco años para contemplar el increíble desfile de los cadáveres de aquellos que hoy tienen poder y pronto serán miseria. Los Rajoy, Zapatero, Artur Mas, Cayo Lara, Pedro Sanchez, Rosa Díez, José María Aznar, Felipe González, Jordi Pujol y tal vez hasta los ascendentes Pablo Iglesias y Albert Rivera son ya muertos vivientes, aunque ellos no lo sepan, porque el pueblo ha decidido enterrarlos.
Los españoles han sufrido tanto y han soportado tanta basura política que ya quieren otro tipo de dirigentes, otro tipo de partidos, otra política, la resurrección de los valores y un mundo mas justo y decente.
No existe en España una palabra que exprese con tanta fuerza y precisión lo imbéciles que hemos sido los españoles desde 1975. En México tienen la palabra "Pendejo", que es brillante y describe con perfección al inocente que creyó, durante casi cuatro décadas, que vivía en una democracia, cuando vivía en una pocilga y que era gobernado por demócratas cuando estaba en manos de ineptos y corruptos. Pero los argentinos tienen otra "Boludo", que tampoco es manca y que describe perfectamente lo ridículo que nos sentimos los españoles tras haber sido engañados y estafados por esta lamentable "casta" política, que no ha parado de robar, de despilfarrar, de endeudarse y de construir un mundo deplorable, injusto e indecente.
Es probable que nos los veamos a todos en la cárcel o picando piedra, pero sí los veremos desfilar como cadáveres. Muy pronto...