Y, lo mejor, el puesto triunfal a la entrada del súper con maniquí vestido de torero y bandera de Espuña ondeando orgullosa en el aire de los congeladores con aroma a chorizo y lejía.
Un consejo a los recién emigrados y a aquellos que piensan emigrar: desconfiad de este tipo de secciones "españolas", y pedidles a vuestras madres, padres, y/o amigos que os envíen vuestros productos preferidos desde España. Que aunque el francés se vista de torero, francés se queda.