Nuestra voz del día procede del término esparver, a su vez del provenzal esparvier (gavilán, ave rapaz, de unos tres decímetros de largo desde el pico a la extremidad de la cola, con plumaje gris azulado en la parte superior del cuerpo).
En su primera acepción da nombre a un tipo de red de pesca redondo que se lanza a mano. Es común en muchos parajes y en las costas españolas del Mediterráneo, donde también se conoce con los nombres de atarraya, rallo o rail.
En la segunda acepción el esparavel es un utensilio de madera con mango empleado en arquitectura para poder disponer de una porción de masa a aplicar con la paleta.
Encontramos una interesante aplicación de la palabra en su primera acepción en las letras de Luis de Góngora:
"En aquel siglo doradoCuando floreció AmadisY el mes de Mayo viviaPared en medio de Abrir'En unas vistas secretasdetrás de un zaquizamí,De la sabijonda UrgandaTuvo un hijo Gaudalin,Mas valiente que Macías,Mas derretido que el Cid,Más sabido que Roldan,Más membrudo que Merlin.Este andaba á caza y pescaPor la orilla del Genil,En la mano esparavelY en los hombros un neblí."
...Neblí... interesante palabra... ¡Hasta la próxima voz rescatada del zaquizamí! ;-)
(Sugerida por... Esteban Clavijo P.)