La solución a esto es Google Calendar, el servicio en la nube de la gran G para mantener nuestras obligaciones y placeres en mente y que estemos en el lugar requerido en el momento exacto (bueno, nos recuerda que debemos realizar una tarea, no es que saque un látigo y nos lleve a golpes).
Como suele ocurrir con todas las aplicaciones de la misma compañía, tiene muchas similitudes con Google Contacts. Podrás crear varios calendarios para tener todos los eventos bien organizados (uno para la universidad, otro para el médico, otro para cumpleaños) o invitar a tus contactos para que también dispongan del evento en su calendario.
Todo al más puro estilo de Google, desde tu navegador (o aplicación nativa si ya estas en Android). No tiene demasiado misterio: al iniciar el servicio veremos una rejilla donde se mostrarán los días y los eventos programados, un botón para crear un evento nuevo y la lista de calendarios que tengamos definidos. Ni más ni menos.
Es realmente simple de usar, sólo hay que definir un nombre para el evento, lugar donde será y la hora. Luego, podremos definir cómo queremos que se comporte la alarma para que no se nos olvidé que tenemos cosas que hacer, decidir si queremos que mientras dure el evento deseamos salir en Google Talk como “ocupados” e invitar a los contactos que deseemos.
Para completar el servicio, se nos ofrece la posibilidad de suscribirnos a calendarios de otras personas e, incluso, a calendarios de Google como pueden ser los cumpleaños de nuestros contactos o los festivos oficiales del país en el que residamos.
Con esto tenemos configuradas las dos aplicaciones que, para mí, son básicas en el teléfono. En la siguiente entrada haré un barrido por otros servicios de Google, también útiles y que uso mucho, pero que no considero tan básicos como estos dos.