Especial Feria del Libro

Publicado el 27 mayo 2010 por Santosdominguez @LecturaLectores


Thomas Pynchon.
Contraluz.
Traducción de Vicente Campos.
Tusquets. Barcelona, 2010.
Con una brillante traducción de Vicente Campos, Tusquets acaba de publicar Contraluz, la penúltima novela de Thomas Pynchon. Tan poderoso y absorbente como de costumbre, el mítico novelista ha escrito una novela centrífuga que somete al lector a un torbellino temático y espacial que le lleva de la Exposición Universal de Chicago de 1893 al París de 1920 a bordo del Inconvenience, una nave que acaba convirtiéndose en una pequeña ciudad con perros y chabolas. Un laberinto poblado de lugares, de personajes, acciones y humor extravagante. Novela, cómic, enciclopedia de ciencia y metafísica, de historia y política en una narración legible, divertida y torrencial. Quienes aún no le hayan perdido el miedo a Pynchon deberían curarse el mal de altura subiendo a esta nave espectacular con los vagabundos del vacío.

J. M. Coetzee.
Verano.
Traducción de Jordi Fibla.
Mondadori. Barcelona, 2010.
La tercera parte de la autobiografía novelada de J. M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940) supone una vuelta de tuerca en la mirada distanciada del narrador sobre sí mismo. Si en Infancia y Juventud, las dos primeras entregas de estas memorias narradas, Coetzee utilizaba la tercera persona para distanciarse emocionalmente de su propia historia, en Verano se contempla en un periodo crucial de su vida desde la otra orilla. Muerto ya, recurre a la figura de un investigador que intenta reconstruir esa época del escritor a través de cinco entrevistas a personas que lo conocieron. Una antigua amante, que destaca su tendencia al onanismo, su prima Margot, una viuda brasileña que despreció su debilidad, y dos colegas de la Universidad: Martin y Sophie. Sus testimonios completan una imagen coherente y autocrítica que explora el límite de la escritura introspectiva y de la memoria. Lo acaba de publicar Mondadori, que recupera en la misma colección los dos títulos anteriores.

Stephen Crane.
Historias de Nueva York.
Prólogo de Juan Bonilla.
Traducción de David Cruz.
Narrativas de El olivo azul. Córdoba, 2010.
Con prólogo de Juan Bonilla y una significativa imagen al frente de cada uno de sus once textos, estas Historias de Nueva York que edita El olivo azul son un recorrido por la capital del mundo en la problemática transición del siglo XIX al XX. Entre la descripción y la narración, entre el reportaje y el relato, la mirada de Stephen Crane se transforma en palabra para transmitir la vida que bulle en la gran ciudad. Su postura literaria, que evitaba lo imaginativo y le acercaba a la voluntad testimonial del cronista, se resume en la aclaración que puso al frente de la última de estas estampas, Aventuras de un novelista: de cómo buscó “material” en la vida real de los “bajos fondos” y encontró más de lo que esperaba. También el lector de estas historias encontrará aquí más que la mera transcripción de la realidad.

Natsume Soseki.
Soy un gato.
Traducción de Yoko Ogihara
y Fernando Cordobés
Impedimenta. Madrid, 2010.
Distante y superior a los hombres, el gato sin nombre que narra la primera novela de Natsume Soseki, contempla el mundo doméstico de la familia con la que vive, un microcosmos y un espejo de la sociedad burguesa del Japón de finales del XIX y comienzos del XX. Se publicó en 1905, un año antes que Botchan, que también editó Impedimenta. Ese gato anónimo e incisivo observa el mundo de los hombres con una mirada más afilada que sus uñas, con palabras más ásperas que su lengua. Y desde su observación displicente y crítica, Sōseki escribe una sátira divertida y demoledora en partes iguales. El lector que se acerque a Soy un gato entenderá por qué lleva más de un siglo acumulando adeptos. Y los que vendrán.

Saul Bellow.
Cuentos reunidos.
Traducción de Beatriz Ruiz Arrabal.
Debolsillo. Barcelona, 2010.
La mirada y la memoria se conjuntan en la narrativa de Saul Bellow (1915-2005) para retratar físicamente a unos personajes que, como su autor, recuerdan experiencias y sensaciones. Debolsillo edita la traducción de Beatriz Ruiz Arrabal de estos Cuentos reunidos de Bellow. Historias largas, casi novelas cortas, o relatos breves con mayor concentración temporal, en estos trece cuentos en los que el narrador rememora sobre el fondo del Chicago hostil de su infancia. Y la prosa cercana, elaborada y envolvente como la atmósfera de estos trece cuentos reunidos en los que su autor brilla como un irrepetible narrador. Completan la edición el prefacio de Janice Bellow sobre la forma de trabajar de su marido, una magnífica introducción de James Word y un epílogo reflexivo e irónico del propio Bellow.

Tennessee Williams.
Mal trago.
Traducción de Bárbara Mingo.
Errata naturae. Madrid, 2010.
Es la primera vez que aparecen en español los nueve relatos de Mal trago, el sexto título de la colección La mujer cíclope, de Errata naturae. Tennessee Williams (1911-1983) los escribió entre 1941, cuando tenía treinta años y 1953, cuando le faltaban otros treinta para morir. Quienes conocen Un tranvía llamado deseo o su excelente La noche de la iguana, reconocerán en ellos el mundo literario de Williams: los ambientes opresivos, los personajes rebeldes y autodestructivos, su vitalidad turbia y violenta, el deseo y la maquinaria combinada del tiempo y el alcohol. La intensidad de Williams duplicada en la eficaz prosa y en la necesaria intensidad de relatos breves tan característicos de sus preocupaciones y tonos como el melancólico La similitud entre una funda de violín y un féretro o el amargo Tres jugadores de un juego de verano.

Erich Kästner.
Fabian.
Traducción de
Miguel Ángel Vega Cernuda.
Minúscula. Barcelona, 2010.
Erich Kästner (Dresde 1899-Múnich 1974) publicó en 1936 esta Historia de un moralista, una denuncia de la degradación política y social de la Alemania de comienzos de los años treinta. Ambientada en Berlín y con una evidente base autobiográfica, su protagonista, Jacob Fabian, nos conduce a través de un itinerario moral a este diagnóstico desolado e intemporal: No pereceremos por el hecho de que algunos de nuestros contemporáneos sean especialmente infames, ni tampoco porque algunos de estos individuos sean precisamente los que administran nuestro globo. Estamos pereciendo a causa de la pereza de nuestras almas. Queremos que esto cambie, pero nosotros no queremos cambiar.
Santos Domínguez