Para este veranito queríamos traeros algo especial, algo nuevo, algo que no sólo os sorprendiese a vosotros sino que nos plasme una grandísima sonrisa en el rostro con cada nueva lectura. Es por ello, que debido a que este veranito nos hemos movido por numerosas calles de diferentes ciudades europeas, no queríamos dejar pasar la oportunidad de acercaros una pequeña parte de nuestra aventura. Lo cierto es que en todo el recorrido no esperábamos tener un encuentro tan bueno, con tantos recuerdos, que nos ha dejado traernos para España no sólo unos cuántos cientos de fotografías en la tarjeta digital de la cámara o miles de lugares grabados en la retina, sino una sorpresa inesperada y súper gratificante que nos emociona compartir con todos vosotros, lectores y amantes de la música.
Pues resumidamente, nos hemos desplazado hasta Praga, capital de la República Checa. Un país pequeño pero lleno de encanto, con una capital que envuelve a los turistas en un aura bastante mágica. Y no, no estamos exagerando: ciertamente a este pedacito de mundo se le conoce como la ciudad del cuento de hadas, la ciudad mágica, la ciudad dorada o incluso la de las 100 torres. Y tienen toda la razón porque poner un pie en sus aceras te hace comprender parte de la historia que llevas aprendida de los años en el colegio, vivir en primera persona los resquicios de una época medieval que parece ser mucho más cercana de lo que realmente está, pasear entre turistas de todo el mundo mientras observas escaparates decorados con encanto…
Si algo desde luego merece especial atención, es la Plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské Náměstí en checo), centro y potencia de la capital. No sólo sus impresionantes edificios te acogerán, ni el famosísimo reloj astronómico de Praga: lo que realmente te fascinará es el ambiente tan cálido, humano y bohemio que se respira. A este punto queríamos llegar, porque en una única tarde puedes disfrutar de diferentes artistas improvisando temas, respetando la obra del prójimo y ofreciendo sus mejores directos por el simple hecho de darse a conocer ante un público inigualable. Allí pudimos caer ante el ritmo de jazz de un cuarteto uniformemente vestidos de verde, que amenizaba su melodía con unos sencillos pasos de baile.
Esa misma tarde, camino de El Puente de Carlos (Karlův most) nos encontramos con otro cuarteto que interpretaba a través de instrumentos típicos de clásica, canciones contemporáneas. No es la primera vez que escuchamos bandas de clásica interpretando algo más moderno y conocido por todos, pero es que estos chicos lo hacían realmente bien, a una velocidad de vértigo, cambiando de forma continua el repertorio y perfectamente coordinados. ¡Es una pena que no hayamos podido grabar su actuación de manera más completa! Aunque si esto es ‘algo’ de lo que rescatamos de la banda, no os podéis ni imaginar cómo sonaban en directo… Disfrutar de este ‘Highway to Hell’
La música no paraba. Entre sus callejuelas miles de artistas hacían sonar sus instrumentos… pero si debemos destacar a uno, es sin duda al que se ha convertido en nuestro pianista favorito (¡después de Ludovico Einaudi por supuesto!). Sus actuaciones fueron numerosas durante los días que visitamos la ciudad y cada una nos parecía todavía más sorprendente que la anterior. Así que no podíamos dejar la ciudad sin grabarlo. La calidad y el momento no es precisamente el mejor, pero podemos completar nuestra pequeña aportación con vídeos que hemos encontrado en Youtube de este mismo artista callejero del que por cierto, no sabemos su nombre.
Miles de vídeos que merece la pena reproducir llenan Youtube de artistas que los turistas se encuentran por Praga. Pero desde la web os aconsejamos que no dudéis en ahorrar un poquito para poder disfrutar en directo de todo lo que ofrece este rincón del planeta y que tras vivir la experiencia, aportéis vuestro granito de arena a esta experiencia.