Libros navideños, ¿sólo para niños?
JRR Tolkien nos deslumbró con su humor y su cariño en "Las Cartas de Papá Noel", aquellas cartas que escribía a sus hijos simulando ser Papá Noel, contándoles todas las historias disparatadas que sucedían en el Polo Norte; atrás quedaban sus famosos anillos. Raymond Briggs y sus mudas historietas navideñas nos hizo soñar en "El Muñeco de Nieve", donde las palabras sobraban y la imaginación era nuestra invitada; finalmente, tuvo que venir L Frank Baum (el mago más poderoso de Oz) para poner orden a este asunto y dedicarle un libro entero al misterioso personaje barrigudo y barbudo en su "Vida y Aventuras de Santa Claus". donde nos cuenta con su característica pluma fantástica, lo que significa ser Santa Claus, sobre todo en estas fechas tan especiales.
Sin embargo, ¿dónde quedamos los jóvenes o adultos, esos que sentimos pasión por la Navidad? Algunos tal vez se han planteado la misma incógnita que nosotros y han tratado de "endurecer" la Navidad para que un público más maduro se interese en ella como lo hace con otros libros de tramas policíacas, románticas o hasta dramáticas. Entonces, ¿por qué no mezclarlo todo y crear un nuevo género literario? Algo así quiso hacer la inolvidable Agatha Christie, quien nos dio una lección en sus "Navidades Trágicas", una novela policíaca protagonizada por el detective Hércules Poirot que, por supuesto, se centra en un asesinato en la víspera de Navidad. Tampoco podemos olvidarnos de Truman Capote y su "Tres cuentos", en el que nos habla de una familia rota en una noche de Navidad, o al célebre Fiodor Dostoievski y su crítica social en "El árbol de Navidad y una boda", donde el dinero y un árbol de Navidad cotidiano son los protagonistas absolutos.
Pero si queremos originalidad mezclada con la famosa festividad y, además, para un público adulto (y encima, escrita desde unas manos expertas) debemos dirigirnos a "La estrella", relato navideño de Arthur C. Clarke donde podremos averiguar el origen de la famosa "estrella de Belén". Pura ciencia ficción, amigos míos. Ya si queremos salirnos un poco del tópico, podemos recurrir al manga de "Pesadilla antes de Navidad" de Tim Burton y Jun Asuka que, lógicamente, bebe los vientos de la adaptación cinematográfica. Pero, ¡epa! no hace falta cruzar el charco para encontrar narrativa navideña; aquí en España tenemos a dos autoras muy consagradas con sendos títulos pascueros bajo el brazo: ellas son Marta Rivera de la Cruz, con su "La Primera Tarde Después de Navidad" y la famosa Emilia Pardo Bazán, siguiendo los pasos de Marta con "Cuentos de Navidad y Reyes". Hablando de Reyes, si creíamos que la literatura navideña (con Papá Noel y árboles de navidad) era algo poco común, intentad encontrar libros relacionados con los Reyes Magos. ¡Qué empresa tan complicada! Siempre encontramos lo mismo, un poco de Federico Fernández de Buján con su obra "El viaje de los Reyes Magos" y "El cuarto Rey Mago", escrito por Willi Fährmann.
¿Seguís pensando que la Navidad es sólo cosa de niños? Creo que hemos podido ver varios ejemplos que nos desmienten esta primera impresión. La Navidad es cosa de todos. Niños, jóvenes, adultos, fantasmas, pobres, ricos, buenos y malos... No obstante, ¿por qué no logra triunfar la Navidad en la literatura?
¿Por qué no triunfa la navidad?
Ya hemos descubierto unos cuantos títulos navideños para nuestra estantería, tanto infantiles como adultos, por lo que hemos demostrado que sí que existen (y tened en cuenta que nos dejamos muchísimos títulos navideños en el tintero). Pero, ¿qué pasa con estos libros? ¿Por qué obras navideñas de grandes autores como Arthur C. Clarke, Fiodor Dostoievski, L Frank Baum o JRR Tolkien pasan desapercibidas?Tiene que venir una gran adaptación cinematográfica para conocer "The Polar Express", cuento navideño de Chris Van Allsburg o una tradición casi centenaria de danza y musicales para conocer "El Cascanueces y el Rey de los Ratones", de E.T.A Hoffmann (y como curiosidad curiosa contaros que, el famoso ballet que compuso Tchaikovsky, no se basa directamente en "El cascanueces" sino en un relato de Alejandro Dumas que, a su vez, sí se basa en el cuento de E.T.A Hoffmann). Sin ir más lejos, la triste y famosísima historia de un matrimonio muy pobre que venden sus objetos más preciados para poder hacerle un regalo al otro está basada en un cuento de James Dillingham Young llamado "The Gift of the Magi". Sí, seguro que lo conocéis bien, la verdadera cuestión es: ¿lo conoceríamos si no hubiese sido versionado de diversas maneras para la gran pantalla? Lo mismo ocurre con "Canción de Navidad", también conocido como "Cuento de Navidad", la famosa obra navideña de Charles Dickens a la que se le han hecho miles de versiones cinematográficas (The Muppets, Disney, Jim Carrey...). ¿Habrían triunfado estos cuentos navideños si no existiera la enorme publicidad de una película tras sus espaldas?
Si los comparamos con las geniales historias navideñas que no cuentan con una adaptación cinematográfica, podemos decir que no. Es más, hasta con película y con toda la publicidad, los libros mentados siguen sin pegar fuerte. Es un hecho que, cuando se acercan las Navidades, las editoriales no promocionan sus títulos navideños, aún teniendo en su catálogo. Apuestan por las novedades porque tienen más tirón y son más propensas a convertirse en un buen regalo... Entonces, ¿dónde queda el espíritu navideño? ¿No sería mejor leerse un libro de Navidad en Navidad que hacerlo de cualquier otro género? Tal vez son preguntas sin respuesta o tal vez estoy haciendo las preguntas inadecuadas. Qué tal si preguntamos "¿por qué no triunfa la narrativa navideña?" ¿Hemos robado la Navidad, tal y como indicaba El Grinch en el relato "¡Cómo el Grinch robó la Navidad!", del cuentacuentos Dr. Seuss? Creo que ahí se encuentra la verdadera respuesta:
Mi ruego final es que no nos conformemos con una vida literaria sin Navidad y apoyemos a aquellos autores que se han atrevido a traernos la Navidad a este triste mundo carente de luces de color y tejados colmados de nieve.