A pesar de tratarse de una evidente estratagema comercial más de Hollywood, los Oscar siempre se abren camino y consiguen ser mucho más que unos simples premios. Podemos estar de acuerdo o no con las películas que consagra, pero lo de este año ha sido de traca. Utilizando una analogía futbolera, han fallado todas las líneas, desde la estrella del equipo al portero. Cuesta pensar en que no hace mucho vimos triunfar a Clint Eastwood o David Fincher en el teatro Kodak de Los Ángeles, así como la simbólica derrota de "Avatar" a manos de "En tierra hostil" el año pasado. En filmin proponemos varios síntomas que detectamos en un palmarés decepcionante:
1. Mejor Película + Director a "El discurso del rey":
Sencillamente no podemos entender las cotas de excelencia que se le han atribuido a la película de Tom Hooper. Si, es una buena película que representa todo lo que el cine inglés tiene que ofrecer al mercado norteamericano hoy en día. Pero es una película sin alma, aburrida por momentos y una apología monárquica que parece no haber molestado a nadie. Al lado de maravillas como "La red social", "Origen", "Toy Story 3" o "Valor de ley",es simplemente incomprensible que un riguroso ejercicio de clasicismo se haya llevado el gato al agua.
2. Mejor Director para…esperen, ¿Dónde demonios está Christopher Nolan?
Indignante que el creador de una de las películas más fascinantes de los últimos años ni siquiera estuviera nominado a mejor director. Esto ya desvirtuaba de por sí una terna en la que ha prevalecido la irregular labor de Tom Hooper- lo peor de la película sin duda- sobre el estupendo bricolaje de Fincher en "La red social", la maestría de los Coen en "Valor de ley" o el torrente cretivo de Aronofsky en "Cisne Negro".
3. Mejor Guión Original para "El discurso del rey"
Volvemos a las mismas. La extraña querencia que tienen en la academia por las películas históricas ha premiado una guión que al lado de la desbordante imaginación de Nolan suena a chiste, amén de presentar una recreación de los hechos francamente discutible, con errores históricos de bulto. De original no se muy bien lo que han visto los miembros de la academia, David Seidler tan solo ha adaptado la estructura de cualquier película de superación made in USA a la figura de Jorge VI. Al parecer con eso basta.
4. María Schneider, Luis García Berlanga…¿Who are they?
Quizás uno de los síntomas más vergonzosos y a flor de piel. El tradicional in memoriam que cada año recuerda a los miembros de la profesión desaparecidos en el pasado año obvió a dos gigantes del cine como Maria Schneider y Luis García Berlanga. Una falta de respeto y amor hacia el cine, pero sobre todo una demostración de pura ignorancia, teniendo en cuenta que el director español ganó la palma de oro en Cannes por "Bienvenido Mr. Marshall", amén de numerosos galardones internacionales y que Maria Schneider fue musa absoluta de un icono de la histroia del cine como "El último tango en París."
DIAGNÓSTICO: MIEDO ENDÉMICO A LA CREATIVIDAD
Tras un repaso de los síntomas llegamos a la conclusión de que los Oscar 2011 han supuesto un enroque de la academia en una postura profundamente conservadora. Consagrar a Cristopher Nolan y su Inception era darle la razón a los que clamamos por una confianza de los productores en la creatividad en lugar del progresivo deslizamiento hacia una cadena de remakes, adaptaciones y películas de teléfonos blancos como "El discurso del rey" Por eso torpedearon sus posibilidades desde el inicio, con la exclusión de Nolan de la terna de mejores directores. La memoria de las debacles tipo Heaven’s Gate de los años 70 parecen pesar todavía en una industria que padece de miedo endémico a la libertad creativa. La cura parece estar en manos de directores como David Fincher, Darren Aronofsky o Critopher Nolan, a quienes probablemente les importe bien poco salir con la estatuilla o no.