Y tal como venia diciendo en el anterior post, el sábado fue un dia esencialmente sórdido -en cuestiones cinematográficas- y la noche ya fue la traca final. La cosa prometía, no voy a mentir, pues tenia en cartelera la película ”3-d Sex and Zen”. Pero además, y con lo que no contaba, es con la presencia de una nueva serie de origen estadounidense, de corte independiente, llamada “Femme Fatale”.
“3-d Sex and Zen”, el verdadero sentido del 3-d.
Siguiendo la estela de sus dos predecesoras en la saga Sex and Zen, nos encontramos con una fábula de época donde el sexo es el desencadenante de la narrativa, y que navega entre los terrenos del erotismo, el humor y el kung-fu más trasnochado. Sobre el papel, una mezcla perfecta para los amantes del xplotaiton y el cine más pasado de rosca. Sin embargo, y para sorpresa mía un defecto muy común en otras películas que ando viendo, hay dos mitades muy diferenciadas. Una primera mitad que es una orgía constante de gags y mujeres preciosas montándoselo con cualquier cosa, y una segunda mitad que rompe absolutamente el tono, con violaciones, mutilaciones que se nos presentan de forma que uno ya no sabe si debe reír al respecto o qué, porque o bien estamos tratando con un humor demasiado retorcido para el espectador occidental, o simplemente hablamos de un guión parido a hostias. Yo me decanto por lo segundo.
Un completo bajón viniendo de una primera hora insuperable, que hacia todos los números para convertirse en otra de mis particulares películas de culto -en la línea de Endhiran pero mucho más sórdida, que por cierto también esta en el festival- como un ejemplo de cine libérrimo, sin barreras, capaz de estimularnos por partes iguales la libido y el sentido del humor.
Por el lado positivo, hay que decir que esta película ha hecho del 3-d lo que ni de coña logró “Avatar” -de hecho en Hong Kong recaudó mucho más que la de Cameron en su primer fin de semana- y es que es un auténtico espectáculo lo que han logrado exprimir este recurso, estamos hablando de la primera película erótica -en algunos sitios se apuran a decir “porno”, eso es que no la han visto- hecha en 3-d (si, hay un plano detalle con dos tetas a cámara moviendose en 3-d), con una factura impecable, una fotografía de colores saturadísimos, preciosista, casi de cuento, un casting con unas mujeres de órdago, y unas piezas de humor sencillamente insuperables. Como parte negativa, lo que hemos comentado antes, esa especie de metamorfosis trágica en su última mitad de un relato que tendría que ser, en esencia -y si tenemos en cuenta sus predecesoras-, un bálsamo para el espectador, y no un melodrama de tintes shakesperianos.
Haciendo baremo de la película, en caliente nos queda un popurrí de intenciones que uno no sabe muy bien como encajar, pero que en frio seremos capaces de apreciar por partes (y creedme, vale la pena). Yo al menos, mientras escribo estas líneas, me doy cuenta que necesito verla una segunda vez, así que supongo, ¿que eso será algo bueno no?. Concluyendo, una película imprescindible para los amantes de este tipo de cine, que aún con sus defectos, es todo un soplo de aire fresco a un estilo que parecía extinto por más de una década.
La guinda final: “Femme Fatale” y “Brutal Relax 3D”.
Además, pudimos disfrutar de la premiere de una serie llamada “Femme Fatale” con tres episodios escogidos por sus propios creadores, que vinieron a presentar el proyecto. Es un formato similar al de “Twilight Zone”, con historias cortas de 30 min. que tienen un común denominador -en este caso, las femme fatales- y una conductora de todos los episodios -que nos introduce en la temática del capítulo- explotando la heterogeneidad que el concepto pueda aportar: desde cine negro a comedia.
Si destaca en algo esta serie, es por el amor de sus creadores por mostrar tetas, más claro el agua, es como un tributo incofeso a Russ Meyer. En todos los capítulos nos aseguramos de tener nuestra dosis de carne lechera, y algún que otro recurso sórdido, como trios, sexo oral -eso si, todo esto último en plan super soft, no nos pongamos burros-. En lo que refiere a sus historias, lo cierto es que como toda serie de formato “twilight zone” suele tener su giro final inesperado, insertado con más o menos suerte dependiendo del capítulo. Los guiones recurren a los clichés pero no terminan de cruzar la línea del absurdo, con lo que es una serie que se puede ver bastante bien sin sentir vergüenza ajena. En los capítulos que vi yo, por poneros un ejemplo se centraban en una “mujer trofeo”, una agente secreto y una mujer despechada, todas ellas, sin excepción, bellezones de una considerable talla pectoral.
Como último plato, tenemos el corto “Brutal Relax”, que han re-estrenado en 3d -segun sus creadores, lo de 3d hace referencia a los 3 desgraciados que son- y que es una delicia para todo aquel amante del gore y la caspa. 15 minutos de efectos especiales que dejan en evidencia a la Troma con un protagonista un tanto especial, una especie de retrasado con severos problemas de violencia. Aquí lo teneis enterito a continuación, un regalito de mi parte:
En fin, mañana más, desde Sitges con amor,