Y hasta aquí llegamos con nuestro ciclo especial Viajando En El Tiempo. A partir de ahora os ofreceremos críticas individualizadas de las películas más destacadas, y, si se estrena alguna nueva con esta temática, las iremos añadiendo, y, quien sabe, quizás tengamos que hacer un segundo especial. Para cerrar el telón, os comento dos películas muy distintas: Una relacionada con la Segunda Guerra Mundial, y la otra, de fantasía, quizás no 100% apropiada a este ciclo, pero bastante interesante por lo que luego comentaremos.
La primera es el Experimento Filadelfia (1984). Narra la "aventura" de dos marineros que, a bordo del destructor Eldridge durante la Segunda Guerra Mundial "saltan" en el tiempo hasta los años 80, mientras se realizaba un experimento sobre la forma de evitar que los buques fueran detectados por radar. La película tiene unos efectos especiales dignos para la fecha en la que fue producida, pero aparte de eso es perfectamente olvidable. Sobre el trasfondo de este supuesto experimento hay bastante literatura "fantástica", sin nada serio que aportar, pero que forma parte de las teorías conspiratorias clásicas que circulan por internet. Actores desconocidos (Michael Paré y Nancy Hallen) y un final feliz para una película que se ha ganado el honor de aparecer en el Especial de Cierre por ser la primera que vi y de la que surgió toda la idea de montar este ciclo.
La segunda es una película muy, muy divertida, clásico del cine freak, pero que tiene ciertos elementos técnicos y argumentables destacables: El ejército de las Tinieblas (1992), auténtico clásico del cine B, cortesía de Sam Raimi, y protagonizada por Bruce Campbell. Película-cierre de la trilogía Evil Dead, narra la última aventura de Ash Williams, un hombre común y corriente que trabajan en una tienda llamada S-Mart, y que termina en la Inglaterra de 1300 d.C. donde debe hacer frente a una invasión de demonios y recuperar el Necronomicon para volver a su época.Aparte del lógico salto temporal, que la sitúa en la lista de películas de viajes en el tiempo, tenemos un coche americano viajando en el tiempo (¿os suena de algo?), que usa un método de propulsión alternativo para desplazarse (¡qué fuerte, ¿no?), y que se conservará en una cueva durante muchos años (creo que esta claro de dónde viene la idea). Además, el final alternativo de la película, que puede verse en las ediciones especiales, es un claro homenaje-plagio-burla a El Planeta de los Simios. Los cinéfilos agudos encontrarán un buen número de referencias a esta película, y viceversa, en bastantes de las películas que hemos mencionado en este ciclo, y en alguna más fuera del mismo. Anécdotas aparte, Sam Raimi ha logrado crear un personaje icónico, con una historia de viajes en el tiempo sencilla, pero bien estructurada y narrada, y además dotada de unos efectos especiales bastante buenos, con los que rendiría homenaje a otro especial de cine clásico, Jasón y los Argonautas. Una película divertida, repleta de guiños, y entrelazada con otras muchas más, para rematar este ciclo de Viajes en el Tiempo, que espero que hayáis disfrutado.
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