Debate. PERFIL juntó a ingenieros y arquitectos para que enfoquen las causas de la tragedia.
Por Marina Pagnutti
Aceleración de tiempos, impericia profesional, falta de profundidad en los controles e insuficientes verificaciones. Esas son, para los especialistas, algunas de las causas que originaron el desplome.
Ricardo Koop (ver Expertos) sostiene que “podría tratarse de un caso de mala praxis profesional que al parecer no respetó los tiempos de excavación”. En cambio, para el arquitecto Rodolfo Livingston, el origen del siniestro se debe a “una indiferencia por parte del Estado y la sociedad en materia de seguridad. Estas situaciones ocurren porque no se repara en eso”.
Para el ingeniero Néstor Guitelman, del Consejo Profesional de ingeniería civil (CPIC) y profesor de cimentación en la UBA, el problema radica en la falta de seguimiento profesional. “Se evitarían tragedias si los directores de obras supervisaran de forma activa todas las etapas del plan. Y mucho más cuando se subcontratan otras empresas en las excavaciones”.
En cambio, Atilio Alimena, defensor adjunto de la Defensoría porteña y arquitecto, entiende que “hace cinco años, la premisa de muchas empresas constructoras es ganar tiempo, y si hay daños a terceros se pagan, porque hay dinero. Por eso, creo que se debería profundizar en la requisitoria profesional, en las sanciones, y en los controles”, analizó.
—¿Hubo negligencia con los tiempos de demolición? ¿Se utilizaron máquinas inapropiadas para la superficie del terreno?
GUITELMAN: Las empresas constructoras no tienen, por lo general, máquinas para excavar y subcontratan; entonces, la empresa contratada tiene que tener un profesional responsable en la excavación y no lo tiene.
ALIMENA: Desde 2008, ya había denuncias en la misma cuadra por daños ocasionados en otras obras. Las rajaduras y demás problemas surgen de la sensibilidad de las estructuras antiguas y, en este caso, la máquina utilizada era demasiado potente.
KOOP: Además, se agravó por alguna intervención dentro del gimnasio para hacer más espacio.
—¿Cómo se podría evitar otra tragedia?
LIVINGSTON: Mientras se siga mirando para otro lado, se otorguen habilitaciones y permisos indiscriminados y exista la falta de control, esto continuará.
A: La UOCRA viene denunciando a nivel nacional que cada tres días hay un muerto por falta de seguridad en las obras; tendríamos que ser conscientes, profundizar los controles de verificación.
G: Esto no es una crisis generalizada, como dicen algunos fundamentalistas. Hay que perfeccionar los mecanismos de control y obligar a los técnicos a fiscalizar los avances de la obra en el lugar.
K: Hay que replantear la fiscalización, con más verificaciones. Sobre todo, en los casos de edificios antiguos. ver nota completa
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Autor: MP
Fuente: Diario Perfil 14/8/2010