Una llamarada solar inusual captada por el observatorio espacial de la NASA podría causar interrupciones en las comunicaciones por satélite en la Tierra durante los próximos días, dijeron las autoridades.
La potente explosión solar desató una tormenta de radiación en un nivel no visto desde 2006, y es probable que conduzca a una actividad moderada de tormenta geomagnética, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
“Fue una llamarada importante”, dijo Bill Murtagh, coordinador del NWS’s Space Weather Prediction Centre, que cataloga la llamarada como de tipo M-2 (mediana).
“Vimos el destello inicial y no fue tan grande, pero tras la erupción asociada, la radiación de partículas de energía fue mayor y tenemos una gran eyección de masa coronal”, dijo. “Se pueden observar todos los materiales lanzados desde el Sol por lo que es bastante excepcional visualmente.”
El observatorio de dinámica solar de la NASA, que desde hace años se encarga de dar a conocer al mundo con imágenes de alta definición y video eventos de este tipo, lo describió como “visualmente espectacular”, pero señaló que, dado que la erupción no estaba enfocada directamente hacia la Tierra, se espera que sus efectos se espera se mantengan en un límite pequeño.
“La gran nube de partículas se multiplicó y cayó cubriendo un área de casi la mitad de la superficie solar”, dijo un comunicado de la NASA.
Murtagh, asegura que varios analistas de clima espacial estaban observando de cerca para ver si el podría suceder una colisión de campos magnéticos entre el Sol y la Tierra.
“Parte de nuestro trabajo es vigilar y determinar si estas llamaradas van dirigidas hacia la Tierra, porque, esencialmente, el material que es lanzado es gas que impacta con el campo magnético”, dijo.
“En uno o dos días a partir de ahora esperamos que un poco de ese material afecte a la Tierra y cree una tormenta geomagnética. No esperamos que sea de tipo grave, pero podría ser una tormenta de nivel moderado”.
El Centro de Predicción de Clima Espacial dijo que se espera que el evento ”cause daños de tipop G1 (menores) o G2 (moderados) cuando los niveles de actividad geomagnética se hagan mayores el 8 de junio.” Cualquier actividad de las tormentas geomagnéticas probablemente tendrán su efecto en el plazo de 12 a 24 horas.
“Esta tormenta de radiación solar incluye una importante contribución de protones de alta energía, la primera aparición de un evento de ese tipo desde diciembre de 2006″, dijo el NWS.
Hasta 12 satélites y naves espaciales controlan la heliosfera, y un instrumento en particular, el Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA se encargan de medir la radiación y sus efectos.
“Ciertamente, durante la vida útil (dos años) de la misión, éste es el evento más significativo”, dijo Harlan Spence, investigador principal del telescopio de rayos cósmicos para efectos de radiación, o CRaTER. “Esto es realmente emocionante porque, irónicamente, cuando estábamos desarrollando la misión pensamos que sería el lanzamiento más cercano a un máximo solar, cuando estos grandes eventos de partículas solares suelen ocurrir.”
“En lugar de eso se lanzó cuando había un mínimo histórico solar que se tomó un largo, largo tiempo para despertar. Esto es interesante y significativo porque muestra el Sol vuelve a su estado activo más típico”, añadió.
La tormenta geomagnética resultante podría provocar alguna perturbación en redes eléctricas, satélites que operan sistemas de posicionamiento global y otros dispositivos, y puede dar lugar a algunos cambios de itinerario de vuelos sobre las regiones polares, dice Murtagh.
“En general, no va a causar grandes problemas, sólo tendrá que ser gestionado. Si alguien tiene que volar en zonas de influencia de la tormenta magnética lo peor que podría pasar es que deberá coger otros vuelos” añadió.
“Durante estas tormentas de radiación gran parte de las compañías aéreas redirigen vuelos fuera de las regiones polares, por razones de seguridad para asegurarse de que puedan mantener sus comunicaciones. Las personas que operan los satélites también tiene que poner un ojo en esto, porque puede interferir con los satélites en de diversas maneras, en el satélite en sí mismo o en la señal que envía hacia el receptor. “
La aurora boreal y la aurora austral también es probable que sea visible en las últimas horas del 8 o 9 de junio, dijo la NASA.
Autor: Kerry Sheridan
Enlace original: Solar flare may disrupt Earth communications