La noche transcurrió en medio de un hermoso paisaje donde se mezcló danza, teatro, poesía y acrobacias con un maridaje de productos de la tierra y los vinos Saó Blanc, Saó Rosat, Saó Abrivat y Saó Expressiu de Mas Blanch i Jové.
El público disfrutó del espectáculo de la creadora artística María Vera que inauguró el singular anfiteatro integrado en el paisaje garriguense concebido por Casanoves y que Mas Blanch i Jové ha creado para ponerlo a disposición del colectivo artístico.
El espectáculo de Vera, “Dentro del Hueso, el Olivo”, fue una apuesta vinculada con el concepto de la armonía, una alegoría al amor donde el propio escenario natural actuó de princesa y el público, de príncipe. Una viola, en Natal Paruzek, tocando piezas electrónicas de loops hechos en directo, coreografías desfragmentando frases de movimiento repetidas para explicar “como podría ser toda la eclosión de la naturaleza metida en un pequeño bote”, danza de la coreógrafa y bailarina Ana Andujar sobre el escenario de tierra para evocar la añoranza del enamorado con fragmentos de la pieza Spleen con música de flauta de Lorena Alcaraz … Todo esto y, para terminar, una danza pausada, cercana al micromovimiento, guiada por la marioneta de 160 cm. de Joan Reverte, una vela ondeando proyectando el videoarte de Alfonso Ferri y una Nana de Manuel de Falla para despedir al público que se marchó del anfiteatro siguiendo la flautista y la marioneta …
La encendida inaugural de la increíble escultura de Esteve Casanoves “La Luz (inclinada) sobre la Tierra” vino marcada por el precioso ejercicio de lazo que la acróbata Gemma Watson Lou realizó a más de 8 metros de altura. La escultura que integra el hierro, el vidrio y la luz en fusión con la tierra preside desde ahora El Viñedo de los Artistas. Esta presentación de la escultura ha sido la culminación de un proceso de creación que ha durado más de 9 meses.
Finalmente, se presentó el vino “Saó Expressiu a Esteve Casanoves“: en la que cada botella es una obra única del artista y la edición está limitada a sólo 300 botellas mágnum.
Acabó la noche en medio del Viñedo de los Artistas con un maridaje de los vinos Saó Blanc, Saó Rosat, Saó Abrivat y Saó Expressiu con cocina del territorio y con música bajo las estrellas …
Sin duda fue una noche inolvidable e irrepetible, gracias a la sensibilidad de una bodega familiar: Mas Blanch i Jové, cuyos vinos no paran de acumular premios (Decanter World Wine Awards, Concours Mondiel de Bruxelles, …) y altas puntuaciones en las más prestigiosas guías españolas e internacionales (Wine Advocate de Parker, Guía Peñín, etc.) y todos ellos con una relación calidad / precio excelentes.
Un poco de historia
Guinovart, uno de los grandes pintores catalanes contemporáneos, reconocido en todo el mundo, tiene expuesta la última obra que creó (el impresionante mural “In Vino Veritas” de 10’5 metros, dedicado al mundo del vino) dando la bienvenida a los visitantes de la bodega Mas Blanch i Jové, en la DO Costers del Segre. Guinovart, gran amigo de la familia, también fue el ideólogo de la “Viñedo de los Artistas”: una iniciativa única y pionera que integra plenamente el vino en el universo artístico. Una sala de exposiciones al aire libre, en medio del viñedo, donde esculturas magistrales son testigo del crecimiento de las cepas.
El Viñedo de los Artistas se inauguró oficialmente en 2010 y, como homenaje al espíritu que la concibió, se dedicó el Año 0 a Guinovart, inaugurando de forma póstuma su escultura “El Órgano de Campo”.
El Año 1 estuvo dedicado al músico, compositor y creador Carles Santos, quien creó la obra “Vino Sonoro”, un gran espectáculo que reunió a más de 400 personas. Cinco pianistas, un violín tocando desde el cielo y un coro, en una hermosa noche de verano, lograron transportar a los invitados en un viaje a través de la historia de la gastronomía y la música. Como testimonio de su paso por el Viñedo de los Artistas, Carles Santos dejó su legendaria barca “La Sargantaneta” navegando sobre una de las encinas.
El objetivo de Mas Blanch i Jové es hacer crecer este sueño de Guinovart y con la colaboración de artistas de diferentes disciplinas, crear un patrimonio cultural que enriquezca el territorio, un ejemplo de ello puede ser la presentación del Saó Rosat en Abril de 2011.
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