Especulación, Amiga Mía

Publicado el 01 abril 2013 por Cspeinado @CSPeinado

Ruinas a precio de platino iridiado...

Después de las vacas gordas que han llenado los bolsillos de los especuladores durante los últimos quince años antes de la gran debacle mundial, sobrevienen ahora las vacas flacas en forma de pisos sin vender, viviendas devaluadas, hipotecas con cuotas por las nubes fruto de las últimas y desafortunadas negociaciones inmobiliarias y un reguero de desgracia familiar que no sólo asola nuestro país, sino gran parte del Mundo Mundial. No es raro que oportunistas cómo la Colau intenten medrar ahora haciendo sangre con una desgracia tal que da vergüenza ajena, intentando seguir pillando cacho de la teta tan reseca que, sin embargo, nos sigue sangrando a todos. Aún así, éstas desgracias que no son para reirse de ellas, aunque adolezcan de cierta justicia paradójica, estaban avisadas. La misma lógica debe imperar y permite deducir que en esta vida nada es para siempre. Una cosa vale tanto cómo su comprador esté dispuesto a pagar por ella.
Más madera...
Éste axioma, que es la quintaesencia del libre comercio, no explica que pasa cuando el comprador ya no está dispuesto a pagar más. La solución es muy sencilla. La cosa en cuestión pierde valor y se ajusta hasta que un nuevo comprador está dispuesto de nuevo a volver a pagar por ella. Sencillo y lógico. Lo malo es que los ajusten no suelen ser suaves sino duros, radicales y con grandes desgracias asociadas. Máxime si se ha pervertido la demanda inflando y reinflando, chupando, colocando y huntando sin tino.  España, país de pícaros desde tiempos inmemoriales, tardó poco en hacer suyo el axioma. Lo peor fue que no se tuvo en cuenta la excepción que confirma la regla. El caso extremo, pero probable, de que, llegado a cierto punto, no se quisiera pagar más por un determinado bien. Y eso fue lo que pasó. Las burbujas de jabón, llegadas a cierto punto, no pueden engordar más porque la tensión superficial es insoportable y se rompen. 
En España tenía que pasar y llegado al punto de tensión máxima la burbuja estalló. Un día el banco cortó el grifo, porque no habia dinero y el comprador se echó atrás. El vendedor se acojonó y empezó a ponerse nervioso, las promotoras se paralizaron y sus curritos fueron invitados amablemente a salir por la puerta de atrás. La del Paro. Barra libre a costa del estado. Pero, ¿Podía haberse evitado?Teniendo en cuenta nuestra principal carácteristica, que es la de enriquecernos al máximo trabajando al minimo, era dificil de evitar. No quiero llamar a engaño. Contra el defecto de pedir, está la virtud de no dar. Esos politicastros que nos gobiernan se creen con derecho a cobrarnos más y más impuestos por más y más conceptos. La solución es trabajar en negro. Dejar de producir aparentemente y producir de manera oficiosa. Lo que conocemos cómo Economía sumergida. No te pueden exigir parte sobre lo que teóricamente no tienes aunque en la práctica si está ahi. 
...Es la Guerra...
Pero ese dinero que hemos ganado trabajando en negro, sin declarar, que se agolpa bajo el colchón se va a pudrir. Hay que sacarlo a flote. Invertirlo y blanquearlo para que brille más que el sol, cómo el Jueves Santo, el Jueves de Pascua y el Día del Señor. ¿Cómo hacer que el dinero se ponga tan blanco que parezca lavado con el mejor detergente anti manchas con oxiactión no se qué? Metiéndolo en la maquinita de la especulación. Esa Amiga que tanto nos dá y tan poco nos pide. ¿Qué no quieres pagar impuestos? Sin problema, invierte en inmuebles. Lo pones a nombre de tu mujer, tu hijo, tu prima o cualquier persona que no deba hacer la declaración del IRPF y ya está. Consecuencia, el pisito que vale cinco millones pasa en poco tiempo a valer diez. Cinco millones de beneficio, sin trabajar, sin calentarte la cabeza. ¿Y cómo aumenta de precio? Pues porque hay tanto dinero negro en circulación o más que el declarado y cómo todos parecemos compartir la misma neurona picaruela, este dinero va todo al mismo sitio. A los inmuebles. Por lo que aumenta la demanda y con ello el precio. Todo ello en un tornillo sin fin que gira, gira y gira hasta que un buen día se trasrrosca...
Pero la especulación no se queda ahí. La buena Amiga tiene que comer, debe crecer y expandirse y poblar, nunca mejor dicho el mundo. Ahorita que tenemos blanqueaditos e impolutos nuestros dinerillos en B ¿Por qué vamos a quedarnos en ello? Si hay quien nos da cien mil euretes es porque en realidad vale ciento cincuenta mil. Después sólo hay que repetir la secuencia. Doscientos mil, doscientos cincuenta mil y así hasta el infinito o hasta que la burbuja diga, hasta aquí hemos llegado. Y llegó. Después ya sabemos que ha venido, lloriqueantes morosetes que no se leyeron la letrita pequeña cuando ganando mil euros se metieron en trescientos mil de hipoteca. Bancos muy tranquilitos porque no los van a dejar caer y miles, que digo miles, millones de enchufados en empresas públicas, administraciones y empresas que antes eran públicas, rentables y tras costarnos un riñón, ahora son privadas y cedidas a los amiguetes de algunos hijos de mil padres.
Y esto, ¿Quién lo paga?
Han sido años muy locos, tantos que pocos llevamos para toda la juerga que hay que pagar. Muchos se han enriquecido pagando la arcilla de los ladrillos a precio de oro. Muchos han especulado sin control. Han sido muchísimos los Ayuntamientos que han basado sus ingresos en el espejismo del ladrillo y ahora toca pagar. No para obtener beneficio sino por el pecado de la avaricia, de haber querido ganar más con lo que en realidad no vale tanto. la Especulación ha sido esa amiga engañosa y fría que nos ha dado arrumacos durante tantos años y que, finalmente nos ha demostrado su cara de cruel Arpía a la que todos hemos contribuido a crecer. Ahora vienen las vacas flacas, la devolución de impagados, la devaluación del metro edificable y el aumento de las tragedias que, en este país, son casi tantas cómo personas han pecado carnalmente con nuestra amiga la Especulación. Es el precio de convertir un bien de primera necesidad en pura y dura moneda de cambio al mejor postor...