A veces tenemos espejos con un aspecto bastante deslucido, para solucionar este problema podemos realizar este remedio casero. Partimos un cebolla y con la cara interna de la cebolla frotamos bien el espejo, una vez frotado dejamos que actué durante unos segundos, a continuación retiramos con un paño los restos que han quedado en el espejo y frotamos con otro paño o trapo limpio hasta que saquemos brillo al espejo.