Una extensa o intensa trayectoria en el sector de la moda le han valido a Susana Cañil para inventar a Olivia Galera y crear esta historia. Su primera novela. Y, por supuesto, haberse criado en el seno de una familia rodeada de libros. Seguramente haya tenido más influencia lo segundo que su experiencia laboral. Independiente del sector en el que se haya relacionado, intuyo, la novela habría llegado tarde o temprano. Aunque en esta ocasión, ha dejado rastro el haber estado ligada profesionalmente al marketing, el diseño y las finanzas.
Ha trabajado al lado de una reconocida diseñadora de moda. Ella misma se describe viajera, cinéfila, y amante de la música. Sin querer, o queriendo, define también a la protagonista de esta historia. Una mujer de cuarenta años, madre de dos niños, perdida en un matrimonio a la deriva que encuentra la luz intermitente de un faro con nombre propio: Mario. Olivia no vive su mejor momento a nivel personal y tampoco contribuye al bienestar el yugo de una jefa despótica y diabólica. A pesar de todo, es una mujer fuerte, arrebatadora en todos los sentidos. Sus amigas, cada una con sus peculiaridades y problemas, su mejor capsula de escape y apoyo. Todas ellas forman un divertido grupo que recuerda a las chicas de Sexo en Nueva York. Y es que la novela tiene ingredientes de esa y otra exitosa novela del mismo género como es El diablo viste de Prada, aunque Olivia no sea una joven inexperta e insegura, si no todo lo contrario. Espérame en París es una historia absolutamente creíble, absolutamente próxima a la realidad, con la que muchas mujeres, y hombres, se sentirán identificados. Sí, hombres que en esta novela reconocerán situaciones cercanas a su vida y relaciones. Por definición, novelas de este género están destinadas principalmente al público femenino. Por mucho que digamos que un buen libro puede gustar tanto a hombres como mujeres, reconozcamos que hay historias que para ellos no son atractivas. La novela de Cañil, pese a tener como protagonista a una mujer, ha sabido reflejar situaciones de y con los hombres: desde el marido que trata de recuperar a su mujer, el amante que de la frialdad quiere pasar a ocupar el lugar del marido, o el infiel. Que el hombre pueda reconocerse o reconocer una historia cercana a su vida en el argumento la hace mucho más atractiva para él.
Es posible, aunque hay aspectos por depurar y corregir, que estemos ante una de las nuevas escritoras que destaquen en el género del chick-lit. Si la editorial hace una buena labor de promoción para dar a conocer la novela, podría apuntarse un buen tanto.
El exceso de detalles y anécdotas, o la carencia de profundidad en ocasiones, suelen ser los tropiezos más comunes en la mayoría de autores debutantes. Sin embargo Cañil ha sabido engrasar las bisagras en su justa medida y los chirridos son mínimos. Diría incluso que, según la percepción personal de cada lector, podrían pasar inadvertidos. Aunque a mi parecer se pasa de frenada. Algunos chistes mal calzados o exceso de alarde en cuanto a descripción de estilismos. Esto no es el Vogue, creo. En cualquier caso, como decía, para gustos los colores. Eso sí, un 'pero' que debo remarcar es el abuso de expresiones que, si bien son un rasgo característico de la protagonista, en exceso son innecesarias y cansinas. Oh my God!
He de confesar que, en ocasiones, la protagonista me ha resultado petulante. ¿Acaso no tiene abuela? Es la primera vez que me encuentro ante una protagonista que no termina de encandilarme pero que, sin embargo, la historia sí lo hace. Es más, espero una segunda parte. Si ninguno de los afectados pide explicaciones de la decisión de Olivia, yo las exijo.
[Primer Capítulo - Leer]
ESPÉRAME EN PARÍSSusana CañilEdiciones Nowtilius/Tombooktu, 2014304 Págs.