Esperando a ETA

Publicado el 25 mayo 2011 por Cronicasbarbaras

Sólo una esperanza mantiene en pie al políticamente fenecido Zapatero: que ETA, paulatinamente debilitada desde hace una década, anuncie enseguida el alto el fuego definitivo para agradecerle haberla devuelto a los ayuntamientos vascos y navarros.

Cree que así resucitarán él y el PSOE, al que transformó en chapapote contaminante sobre cuya superficie bailan dando grititos las cheerleaders que lo rodean.

Mira atrás y recuerda que esparció dinero por todas partes, y ríe feliz por haber hecho leyes “progresistas” que enfrentaron a los españoles por innecesarias y provocadoras.

Sus antiguos votantes descubren ahora que han aparecido nuevos conflictos sociales y que han perdido calidad de vida. En realidad, han salido peor de lo que estaban antes de la llegada del Ungido.

Previsto el descalabro electoral del domingo, había tratado de minimizarlo alentando a los ingenuos y la extrema izquierda con el movimiento "Democracia real, ya" de15-M para que culparan al “sistema” y no a su Gobierno del desastre social y económico.

Pero fracasó, como había anunciado el politólogo Fernando Muniesa, que preveía que el tsunami azul del PP iba a ser tan tremendo que arrasaría con todo, incluyendo a los indignados de la Puerta del Sol.

También había previsto que el juego de Patxi López y Rubalcaba con los etarras "reconvertidos", entre otros múltiples daños, iba a desalojar a Odón Elorza de la alcaldía de San Sebastián, y a humillar al blando "popular" Basagoiti ante Mayor Oreja.

Muniesa advierte ahora que el PP se estrellará en Aragón y Canarias, donde ganó con mayoría simple, por no gobernar en minoría y aliarse con las fuerzas regionalistas, ególatras y corruptas.

Entre tanto, Zapatero sigue a lo suyo: aunque el país se hunda más económicamente, su componenda con ETA le aconseja esperar a la llamada salvadora.

Aunque ni eso, seguramente, va a resucitarlo: lleva demasiado tiempo cadáver.

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Hace bastante tiempo que SALAS previó lo que iba a ocurrir. El cronista encontró esta tira en su fondo de armario, que siempre contiene maravillas. Profético.

 Algo absolutamente actual.

 
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