La cantidad de nutrientes y antioxidantes que tiene el fruto (parecido en tamaño a una uva y de un color parecido al de una mora) hace que quiera irme a vivir al Amazonas y alimentarme sólo de eso, para darles una idea: tiene 5 veces mayor poder antioxidante que los arándanos y 15 veces más que las uvas (ejem... ¿quien se une a mi viaje?). En el ámbito de la alimentación, la capacidad de antioxidación (ese término lo inventé yo) se mide en unidades de capacidad de absorción de oxígeno radical (ORAC) a mayor sea el número de ORAC, mayor es la fuerza antioxidante y para que entiendan mi amor por el Açaí, éste tiene un número de ORAC de aproximadamente 167, mientras que los arándanos... 32.
La colección está compuesta por un limpiador, un tónico en spray, un sérum y una crema ligera tipo loción. Mi preferido es el tónico que refresca y suaviza la piel, a la vez que proporciona una fina capa de protección contra los agentes agresivos del medioambiente, que por si eso fuera poco, obtuvo el certificado Cradle to Cradle, distinción que garantiza una composición con el mínimo impacto medioambiental y la máxima reutilización, consiguiendo así un producto "ecológicamente eficiente".
Toda la línea, además de ser super antioxidante, es reparadora, iluminadora y protectora. La fórmula es 100% natural, asi que no se puede pedir más.
- Aceite de semilla de girasol: con un alto contenido de vitamina E, combate la sequedad de la piel y borra arrugas.
- Aloe Vera: cicatrizante y regenerante, ideal para combatir el acné.
- Albaricoque/durazno: contiene altas dosis de vitamina A que rejuvenece y revitaliza la piel. Tiene propiedades calmantes, regeneradoras y protectoras.
- Semilla de Jojoba:con cualidades hidratantes y reguladoras del sebo de la piel.