“Acabo de pasar por delante del portalón del Refugio Padre Rubinos, allí estaba una señora al volante de un Seat Altea “del trinque”, esperando a recoger la caridad que reparten las monjas de la institución”.
Si te interesó este artículo, deberías leer estos:
- En estas fechas de derroche, el Refugio necesita calcetines y maquinillas de afeitar
- El Ayuntamiento esconde a sus pobres para servir a los especuladores
- Inminente inauguración de la "Guardería de Mayores"
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure